10 grandes consejos para prevenir y tratar las hemorroides


Aproximadamente, un 50 % de la población padece hemorroides alguna vez en la vida.

Según el doctor español, Julio Maset, muchos pacientes con molestias leves en lugar de acudir al médico tienden a ocultar la enfermedad. La mayoría lo hacen por el pudor que les provoca hablar de ello.

Pero, ¿qué son realmente las hemorroides? Las hemorroides, también conocidas popularmente como almorranas, son estructuras venosas situadas en el canal anal que, por diferentes razones, como el calor, se dilatan e inflaman.

Pueden ser internas o externas, de tamaño variable. La edad más común para sufrirlas es entre 25 y 60 años siendo más propensos los hombres que las mujeres.

Los síntomas pueden variar en función del nivel de gravedad de la enfermedad o de su localización. Las hemorroides internas suelen producir picor y pequeños sangrados en la defecación.

En el caso de las externas, las molestias suelen ser leves como picor, inflamación de la piel o ardor. Sin embargo, según los expertos, estas últimas son más propensas a complicarse generando bastante dolor.

Ambos tipos pueden “trombonarse”, es decir, pueden formar coágulos en los vasos donde se constituye la hemorragia, lo que suele ser molesto y doloroso.

Maset recuerda que las condiciones climatológicas de la época calurosa y los cambios en las rutinas y hábitos alimenticios pueden agravar los síntomas.

¿Qué nos produce las hemorroides?

La causa más común de aparición de las hemorroides es el estreñimiento debido al esfuerzo realizado durante la defecación. Otros motivos frecuentes suelen ser el esfuerzo abdominal producido por un embarazo o por problemas de sobrepeso.

La prevención juega un papel fundamental para aliviar las molestias y evitar el progreso de los síntomas.

Para evitar el estreñimiento, se recomienda practicar ejercicio físico regularmente y cuidar nuestros hábitos alimenticios proporcionándole al organismo la cantidad correcta de fibra, puede ayudar a evitar la enfermedad. Así mismo, ingerir la cantidad de líquidos recomendada favorece la evolución de la patología.

Además, señala que el uso de compuestos venotónicos que mejoran el tono venoso y aumentan la resistencia capilar pueden ser útiles.

Solo con adoptar hábitos dietéticos e higiénicos adecuados, las personas que sufren esta enfermedad conseguirán mejorar su calidad de vida, asegura el doctor.

1- Pierde la vergüenza
Las personas que padecen síntomas deben de acudir a un profesional para que se les realice un diagnóstico exacto de su dolencia. Después, un experto determinará el tratamiento adecuado.

2- Cuida tu higiene anal
Si padeces hemorroides debes tratar de no rascarlas y limpiar correctamente la zona después de ir al baño. Ten cuidado, pues el exceso de lavado puede hacer desaparecer el manto graso de la piel de esta zona.

3- Ingiere líquidos en abundancia
Una correcta hidratación favorece la digestión y la evacuación.

4- Recuerda la lista de productos ‘prohibidos’
Intenta evitar los picantes, las grasas y las especias, al igual que todos aquellos alimentos que puedan producir gases.

5- La fibra, una gran aliada
Los expertos recomiendan que las personas propensas a padecer hemorroides aumenten el consumo de fibra diario. Los productos integrales, las frutas frescas y las verduras, son algunos de los alimentos más recomendados.

6- Combate el sedentarismo
Practicar deporte a menudo es muy efectivo para agilizar el tránsito intestinal. Encuentra la actividad física que más se adapte a tus gustos y necesidades.

7- Sin prisa, pero sin pausa
Adoptar hábitos saludables en el cuarto de baño como reprimir el deseo constante de defecar o permanecer demasiado tiempo en el retrete.

8- En el trabajo, acolcha el asiento y camina durante las pausas
Si en tu rutina diaria tienes que permanecer sentado durante mucho tiempo, es recomendable acomodar el asiento. Cubrir la silla con una almohada o cojín es una opción sencilla que tu organismo te agradecerá.

9- Valora el uso de tratamientos específicos
Las pomadas antihemorroidales y supositorios desinflamantes pueden aportar un alivio, pero los expertos recomiendan usarlos bajo el diagnóstico de un médico. No se recomiendan usarlos más de una semana ya que a menudo suelen tener corticoides.

10- Recurre a los anestésicos naturales
Para aliviar el dolor, es muy eficaz aplicar frio y calor a partes iguales. Por ejemplo, aplicar hielo o compresas frías, alternados con agua caliente. También las compresas con manzanilla pueden ayudarte a paliar los síntomas