Recomendaciones para dormir saludablemente y mejorar el estilo de vida


El estilo de vida que adoptemos repercute en la salud, la psiquis, en la vida diaria, en las relaciones personales e interpersonales. Dormir bien, mejora el estilo de vida.

EL SALVADOR.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1986 el estilo de vida como “una forma general de vida basada en la interacción entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales”.

El estilo de vida que adoptamos tiene repercusión en la salud tanto física como psíquica. Un estilo de vida saludable repercute de forma positiva en la salud. Comprende hábitos como la práctica habitual de ejercicio, una alimentación adecuada y saludable, el disfrute del tiempo libre, actividades de socialización, mantener la autoestima alta, etc.

Un estilo de vida poco saludable es causa de numerosas enfermedades como la obesidad o el estrés. Comprende hábitos como el consumo de sustancias tóxicas (alcohol, drogas), el tabaquismo, el sedentarismo, las prisas, la exposición a contaminantes, etc.

Acontinuación se enumera un listado de recomendaciones para dormir bien y saludablemente y mejorar el estilo de vida:

1º. El sueño es un hábito y como todo hábito, se basa en la rutina, en conductas repetitivas fundamentales:
cenar, acostarse y levantarse todos los días más o menos a la misma hora.
2º. Si se duerme siesta, que sea antes de las cinco de la tarde y con una duración inferior a los treinta
minutos.
3º. El deporte, al menos cuatro horas antes de irse a la cama.
4º. Las cenas, ligeras, fáciles de digerir y dos horas antes de irse a dormir.
5º. Cuando venga el sueño, irse a la cama. No quedarse dormido en el sofá. Se confunde al cerebro que ha de
acostumbrarse a que el lugar de dormir es la cama.
6º. Si se despierta y pasados veinte minutos no se coge el sueño, no luchar contra el insomnio. Levantarse,
realizar una activad monótona, como leer un libro con luz tenue o intentar relajarse en un sillón y cuando
venga el sueño irse a la cama. Repetir el ciclo cuantas veces haga falta.
7º. Si el insomnio es de inicio, es decir cuesta coger el sueño, no exponerse a la luz solar de la tarde. Si se
pasea a esas horas, hacerlo con gafas de sol y protección lateral.
8º. Si el insomnio es de despertar temprano, al menos dos horas antes de lo previsto, evitar la exposición a la
luz del sol por las mañanas.
9º. En los trabajos nocturnos, evitar exposición a la luz del día. Salir del trabajo con gafas de sol. Al llegar a
casa, luz tenue y acostarse lo antes posible.
10º. Restricción del sueño. El 80% del tiempo que se permanece en la cama ha de ser dormido. Si no es así,
retrasar la hora habitual de acostarse 20 minutos durante tres días. Ir retrasando 20 minutos más cada tres
días hasta que se coja el sueño en menos de veinte minutos, una vez acostado. El tiempo mínimo que hay que
estar en la cama es de cinco horas.
11º. No vigilar al despertador, que no sea luminoso, ni de tic-tac ruidoso. Y si lo es ponerle contra la pared.
12º. No consultar los problemas con la almohada. Dedique alguna hora de la tarde a buscar soluciones o
enfoques de salida a los problemas. No llevarlos nunca a la cama. Si vienen pensamientos sobre ellos,
rechazarlos. No permitirles que se desarrollen