La española se despidió con un emotivo mensaje.
La catalana María Branyas, quien recientemente había pasado a ser la mujer más longeva sobre el planeta, ha muerto a los 117 años en la residencia de Olot (Girona) en la que vivía desde hacía años. Antes de fallecer comunicó por redes sociales que se sentía débil y pidió a sus seguidores que no se preocuparan por ella, en un tierno mensaje que se ha llenado de condolencias en las últimas horas.
«Y cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando de amor» (Tagore). Me siento débil. Se acerca la hora. No llorad, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conoce, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo», escribió el pasado lunes, 19 de agosto.
Horas después se divulgó su fallecimiento, a través de su familia, que expresó su tristeza por la pérdida de Branyas, quien se marchó mientras dormía, «tranquila y sin dolor». Sus allegados no dudaron en recordar algunos de sus consejos y vivencias, como una de las frases que les dijo unos días atrás: «Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha».
Las redes se despiden de María Branyas
«La estrella más brillante serás tú, María» o «La echaremos mucho de menos» han sido algunos de los mensajes de despedida de los miles de seguidores que cada día seguían las actualizaciones de María Branyas, que nació en San Francisco el 4 de marzo de 1907 y que ya hace unos años se hizo famosa por superar con 113 años el COVID-19. Su ‘título’ de mujer más longeva del planeta ahora está en manos de la japonesa Tomiko Itooka, quien llegó al mundo un 23 de mayo de 1908.
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