Es fundamental tener claro las propiedades de los principales y qué efecto provocan en nuestro cuerpo, para decidir cuándo y cómo consumirlos.
ESPAÑA.- Como en cualquier deporte, en el CrossFit, debemos complementar nuestra alimentación para poder rendir al mejor nivel. Los suplementos son necesarios para poder recuperar nuestro organismo, mejorar nuestro rendimiento o poder completar esos nutrientes que nos hacen falta. Sin embargo, en muchas ocasiones nos sentimos perdidos ante la abrumadora cantidad de suplementos que existen a día de hoy. Por ello, es fundamental tener claro las propiedades de los principales y qué efecto provocan en nuestro cuerpo, para decidir cuándo y cómo consumirlos.
Las vitaminas, esenciales
Ahora que empieza el frío, los multivitamínicos nos ayudan a reforzar nuestro sistema inmune para alejar los constipados y resfriados y evitar tener que frenar nuestro entrenamiento.
Sobre todo, si entrenas al aire libre o realizas cambios muy bruscos de temperatura, te será ideal consumirlos para poder completar las vitaminas que faltan en tu dieta corriente.
Omega-3, presente en el pescado
Quizá el pescado no es tu comida favorita pero tiene un nutriente en especial muy necesario para mejorar el rendimiento deportivo y conseguir grasas y aceites esenciales. Este es, por supuesto, el Omega-3. Además es beneficioso en los procesos antidepresivos.
Caseína, un suplemento poco común
Es de digestión lenta y no suele ser de los suplementos más comunes. Tiene una gran biodisponibilidad en el organismo y suministra un alto valor de nutrientes en el torrente sanguíneo lo que es beneficioso durante un entrenamiento de larga duración. Es, en resumen, una proteína.
Beta-Alanina, cada vez más conocido
Mejoran el rendimiento físico por su capacidad de aumentar los niveles intramusculares de carnosina, al unirse la histidina. En ocasiones produce el cese de la fatiga durante la actividad, además de realizar cambios sobre la resistencia y fuerza muscular.
Magnesio, un suplemento fundamental
Este mineral esencial participa en numerosos procesos fisiológicos dentro del organismo, tal como regular el ritmo del corazón, permite a los músculos contraerse y relajarse correctamente, controlar la presión sanguínea.