La importancia del sueño para la memoria y la salud cerebral


Un estudio revela que la fase REM del sueño es clave para la memoria y la prevención del Alzheimer. Descubre cómo mejorar tu descanso.

EE.UU.- Dormir no es solo una necesidad básica, sino un proceso fundamental para la salud del cerebro y la memoria.

Un estudio reciente, publicado en Alzheimer’s and Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, revela que la calidad y cantidad del sueño influyen significativamente en el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Durante el sueño, el cerebro consolida recuerdos y elimina toxinas acumuladas a lo largo del día. En particular, la fase REM (movimientos oculares rápidos) desempeña un papel crucial en estos procesos. La investigación, liderada por Yue Leng, profesor asociado en la Universidad de California-San Francisco, destaca que un retraso en alcanzar la fase REM podría ser un síntoma temprano de deterioro cognitivo.

La fase REM del sueño y su impacto en la memoria

La fase REM es una de las etapas más importantes del sueño. Se caracteriza por movimientos oculares rápidos, un aumento en la actividad cerebral y la aparición de sueños vívidos. Durante esta fase, el cerebro procesa y consolida recuerdos, especialmente aquellos con carga emocional, y contribuye a la regulación del estado de ánimo.

Un adulto joven y saludable pasa aproximadamente el 25% de su tiempo de sueño en la fase REM. Sin embargo, con el envejecimiento, esta proporción disminuye, lo que puede afectar la memoria y la función cognitiva. Además, el estudio encontró que quienes tardan más de 193 minutos en alcanzar la fase REM presentan niveles más elevados de las proteínas amiloide y tau, vinculadas al desarrollo del Alzheimer.

Cómo mejorar la calidad del sueño para proteger la memoria

Para optimizar el sueño y cuidar la salud cerebral, los expertos recomiendan adoptar ciertos hábitos saludables:

1) Mantener horarios regulares de sueño. Acostarse y despertarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el ritmo circadiano, favoreciendo un sueño reparador.

2) Evitar siestas prolongadas. Las siestas largas pueden alterar el ciclo de sueño nocturno. Se recomienda limitar las siestas a un máximo de 30 minutos.

3) Realizar actividad física diaria. El ejercicio físico mejora la calidad del sueño, pero debe evitarse justo antes de acostarse, ya que puede aumentar el nivel de alerta.

Estrategias para mejorar la memoria mediante el sueño

Además de los hábitos mencionados, existen estrategias y tratamientos específicos que pueden ayudar a mejorar la transición a la fase REM y, por ende, la salud cognitiva:

1) Uso de melatonina. Este suplemento ayuda a regular el ciclo de sueño y puede favorecer la transición a la fase REM en personas con dificultades para dormir.

2) Terapias conductuales para el insomnio. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es eficaz para tratar el insomnio y mejorar la calidad del sueño sin necesidad de medicación.