El tribunal determinó que el comandante derribó el avión por “ignorancia” y por “error”, al confundir el vuelo ucraniano con un elemento “hostil”.
El militar, el principal acusado del caso y cuya identidad no ha sido desvelada, cumplirá 10 años de prisión, la más alta de las dos penas, y deberá pagar además una multa a los familiares de las víctimas