La explotación minera llevaría al país a «un desarrollo económico y social», según el presidente Bukele.
EL SALVADOR.- Este domingo primero de diciembre, la Iglesia Católica se pronunció en contra de la explotación minera en El Salvador, esto debido a que hace unos días el presidente Nayib Bukele publicó que el territorio salvadoreño tiene potencialmente los depósitos de oro con mayor densidad por km² en el mundo, lo cual traería desarrollo al país.
Según el mandatario salvadoreño, estudios identificaron 50 millones de onzas de oro en territorio nacional, valoradas en $131,565 millones. «Esto equivale al 380% del PIB de El Salvador», a lo que el presidente Bukele dijo que el «potencial total» podría superar los $3 billones, más del 8,800% del Producto Interno Bruto.
En un comunicado de prensa, la Iglesia Católica dijo reconocer «el deterioro ambiental y la explotación minera en nuestra región están afectando gravemente a nuestros pueblos y a la creación de Dios. Las comunidades, especialmente las más vulnerables, sufren los efectos devastadores de esta crisis ecológica. Como Iglesia, reafirmaros nuestro compromiso con el cuidado de la Casa Común, tal como lo expresa el Papa Francisco en Laudato Si».
Por esa razón, el Secretariado Episcopal de América Central hizo un llamado urgente: «a los gobiernos para que adopten las políticas responsables y sostenibles, que respeten la dignidad de los pueblos y la casa común, y que no permitan la explotación minera, ya que es necesario priorizar la vida humana y el medio ambiente sobre los intereses económicos que perpetuán el daño social y ecológico…».
Esto a pesar de que el presidente Bukele ha asegurado que en dado caso se dé la explotación minera en el país, esta sería «moderna y sostenible, cuidando nuestro medio ambiente».
«Somos el único país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo!», ha declarado el presidente.
Ante las declaraciones vertidas por las autoridades del país sobre reactivar la minería metálica que «implica la derogación de la ley contra la minería, que el pueblo salvadoreño logró que se aprobara en marzo del año 2017». Como Iglesia piden a las autoridades de El Salvador lo siguiente:
- Considerar que la prohibición de actividades de exploración, extracción, explotación y procesamiento ya sea a cielo abierto o subterráneo, del oro y otros minerales, fue y continúa siendo una muestra del valor primario que el pueblo salvadoreño ha dado al derecho a la vida y la salud, no solo de las personas sino también, de los animales y las plantas. Fue una victoria del pueblo y no de partidos políticos o de ideologías.
- Que la situación precaria de la tierra y sus recursos en nuestro país, provocado por la sobre explotación de dichos recursos; por su expoliación y, por el descuido a que han sido sometidos, no soportaría una nueva expoliación minera ya que aumentaría, su deforestación, erosión, pérdida de suelo fértil, y lo más grave la contaminación del agua y el aire, causando muerte y enfermedades de manera irreversible en gran parte de nuestra población, sobre todo en nuestros hermanos más pobres.
- Que nuestro pueblo, ya vulnerable por la victimización a la que ha sido sometida por los grandes capitales nacionales e internacionales, sería ahora revictimizado y de la peor forma; ya que la contaminación con cianuro, mercurio y otros tóxicos letales, agudizaría los problemas de salud y muerte prematura, de manera irreversible. Si ya por la contaminación del agua, causada principalmente por los pesticidas, buena parte de nuestro pueblo sufre la insuficiencia renal, seria aún mucho peor el sufrimiento, por el grave daño a los demás órganos vitales.
La Iglesia Católica espera que las «autoridades recapaciten y no deroguen a ley que prohíbe la minería, protegiendo la salud y la vida de nuestro pueblo».
«Nosotros confiamos en que no se revierta la Ley, es lo que estamos pidiendo, y si no se revierte la Ley vamos a estar contentos porque es una ley justa… yo no me voy a adelantar a los hechos, yo confío que Dios va a iluminar a los que toman las decisiones para que no lo hagan, yo confió sinceramente en eso», expuso el cardenal Gregorio Rosa Chávez.
«Esta riqueza, dada por Dios, puede ser aprovechada de manera responsable para llevar un desarrollo económico y social sin precedentes a nuestro pueblo», publicó el presidente Bukele el pasado 27 de noviembre.
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