El Real Madrid hace todo por mantenerse con vida en La Liga


Los goles de Valverde y Asensio, el desequilibrio de Vinicius y la irrupción de Álvaro, el joven delantero, resuelvieron un partidazo

ESPAÑA.- Vinicius al frente. El brasileño lideró a un Madrid enérgico en un triunfo de altísima dificultad. Osasuna aceptó el cara a cara con el conjunto blanco y cayó de la misma forma que podría haber vencido, pero decidió la calidad de los jóvenes talentos madridistas. El brasileño se había estrellado con Sergio Herrera en tres mano a mano, pero acabó sirviendo con el exterior el pase definitivo a Valverde. Los rojillos, sin suerte ante los grandes, sólo cedieron en el tramo final, cuando el jovencísimo Álvaro Rodríguez fabricó la sentencia en una aparición de impacto.

Fue una victoria de mérito por el escenario, por el rival y por el cara a cara espectacular. Si el Madrid buscaba un ensayo de lo que espera en Anfield, El Sadar era el escenario perfecto. Porque Osasuna es un adversario cuajado. Presiona con ferocidad, maneja bien la pelota cuando la roba, y sabe cómo y cuándo hacer daño. Con la baja de última hora de Tchouaméni, fue Camavinga el eje blanco, y en el arranque sostuvo al equipo. Recibió un golpe duro en el tobillo por parte de Torró, pero la actividad del joven francés liberó a Ceballos, que buscó el pase a Vinicius. Moncayola, lateral improvisado de Arrasate, dudó en la primera incursión y dejó la bola a pies del brasileño, que intentó batir a Herrera por bajo. No lo logró.

Si Camavinga atraía la pelota en el Madrid, Moi Gómez era el punto de fuga para Osasuna. Apareció por todos lados, para pivotar o para meter en profundidad, preferentemente a Abde. Un centro del extremo al segundo palo se malgastó por la falta de entendimiento de Budimir a Torró. Fue el aviso de que el juego lateral incomodaba al Madrid tanto como la presión sobre la salida, con especial atención a los centrales reconvertidos a laterales, Nacho y Alaba. Una perdida del madrileño habilitó a Budimir, que remató de primeras en buena posición. Se le marchó fuera la mejor ocasión rojilla del primer acto.

Según avanzaron los minutos la temperatura de Vinicius fue subiendo progresivamente. Dicen que se escuchó un insulto incluso durante el minuto de silencio. Las pitadas desde el primer balón que tocó se transformaron en bronca en el remate del primer tiempo. El brasileño protestó, unas veces con razón y otras sin ella. Dio y recibió. Pero acabó indignando a Moncayola, que le sujetó en la escapada, y enredado con Moi, que le midió frente a frente. Tarjeta para los tres y espoleta para la protesta de Ancelotti, que se fue a por Munuera. Imagen fea, lo haga Carlo, Xavi o Ten Hag.

En ese primer acto se echó de menos a Rodrygo, tan fino tres días antes frente al Elche. Ubicado como falso ariete no estuvo tan cómodo como en la banda izquierda. Fue en esa zona, en el interior, donde conectó con Ceballos, nada más reanudarse el partido, se giró para hacerse hueco y buscó el palo alejado con rosca. Se le fue por centímetros. El paso adelante del Madrid se hizo evidente al sumar varios robos en campo ajeno. Alaba se fue arriba y tardó en filtrar a Vinicius, que se metió en fuera de juego antes de marcar. Respondió Osasuna con un taconazo de Budimir precioso que blocó Courtois.Después Alaba habilitó a Vinicius que midió a Moncayola, le amagó hacia dentro, recortó hacia fuera y Herrera le negó el golazo. Y contestó Moi, al recibir de Budimir, estrellando un zurdazo seco en el palo. Un intercambio de ataques espectacular, incluso después de los cambios.

Se fueron Rubén García, tieso, y Brasanac. Entraron Diego Moreno y Aimar Oroz. Agobiaron los rojillos, especialmente con una volea de Moncayola. Pero de nuevo la opción más clara fue de Vinicius, que aprovechó un error de Unai García para plantarse solo. No vio más allá de Sergio Herrera, gigante. El partido estaba para cualquiera, y en esas circunstancias deciden la calidad y el carácter. O sea, Vinicius. Aguantó en el área, esperó a la llegada de Valverde y le sirvió con el exterior. Gran gol. Osasuna se fue arriba con corazón pero se descubrió atrás. Un regalo para el debutante Álvaro Rodríguez, el ‘Toro’, que sirvió dos tantos en poco más de cinco minutos. El primero, de Vinicius, se anuló por fuera de juego. En el segundo, tras robar a David García, sirvió el tanto a Asensio. Otra buena noticia en vísperas de una semana apasionante: Liverpool, Atlético y Barcelona. El Madrid no renuncia a nada.