El PSG ha vuelto a caer en los octavos de la Champions. Un mazazo sin duda para un club diseñado para conseguir el sueño que persiguen desde hace ya once años. No es la primera vez, pero resulta especialmente duro porque, probablemente, Nasser al Khelaifi nunca había puesto tantos medios para lograr el objetivo en estas dos últimas temporadas.
Renovó a Mbappé pese a que todo el mundo le colocó en el Real Madrid, trajo a Messi hace dos años, al igual que a Sergio Ramos, un especialista en ganar Champions con el Real Madrid. Vino Luis Campos, asesor deportivo, y con él refuerzos que no han estado a la altura, al menos en esta primera temporada. Y, por supuesto, hubo nuevo entrenador, Christophe Galtier, en busca de un revulsivo también en el banquillo en el lugar de Mauricio Pochettino.
Este nuevo golpe, como siempre, pone en cuestión a muchos de los actores principales del proyecto, pero el batacazo ha reafirmado al club en que la apuesta más que nunca será Mbappé, acompañado por los jóvenes. En Múnich volvió a dejar detalles saliendo en la segunda parte el joven centrocampista de 16 años Warren Zaïre-Emery y entró también el central de 17 años Chadaille Bitshiabu, que está considerado como una de las grandes perlas de la cantera dentro del club y con mayor proyección. Es evidente y ya ha quedado demostrado que la Champions no es solo dinero. La inversión ya está hecha y la idea es apostar más por valores de la cantera y en el mercado seguir buscando más jóvenes. Un proyecto que encaja ademas bien para los tiempos que vienen, en los que el club tiene que acomodarse al nuevo Fair Play Financiero, sobre todo a partir de 2025 cuando ya habrá sanciones deportivas, y reducir la masa salarial.
El consuelo del PSG
En el club hay decepción lógica pero desde esta mañana se intenta centrare en ganar la Ligue 1 y pasar página con la Champions. Creen que su caso no es una anomalía en Europa y consideran que subir a lo más alto un club como el PSG con 50 años de historia y que hasta hace una década no se codeaba con los más grandes, salvo en contadas excepciones, lleva tiempo. Clubes con más historia y peso en la cultura futbolística como United o Barcelona creen que son ejemplos de que no es tan fácil. Sin ir más lejos, están los casos del City, que tampoco ha sido capaz de levantar la Champions, sin olvidar los años que necesitó el Chelsea para hacerlo.