Con la lesión de Kimpembe, que no volverá hasta finales de año, el central podría tener una última oportunidad para renovar por una temporada con el PSG.
FRANCIA. – La renovación de Sergio Ramos es un enigma. Lo seguirá siendo, como mínimo, hasta después de la eliminatoria contra el Bayern, juez o verdugo de la ampliación de contrato del internacional español. Sin embargo, el defensa andaluz ha entrado en una nueva situación, propiciada por la grave y desafortunada lesión que sufrió Kimpembe en Le Classique ante el Marsella el pasado domingo en el Vélodrome.
Con esta lesión Ramos tendría abierta a renovar por un año más con el club parisino, sin embargo la incertidumbre es total.
Luis Campos, consejero deportivo del club, no ha dado pistas sobre las negociaciones por su renovación. Se supeditó a la eliminatoria ante el Bayern, en la que el camero realizó un partido de ida inmaculado. Mantuvo a su equipo vivo frente a las acometidas rivales, se mostró como un valor seguro en los duelos defensivos y aportó el grado de experiencia
El PSG incorporará a Skriniar y su fichaje se entendió como un posible adiós de Ramos. Sin embargo, la lesión de Kimpembe le sitúa en una tesitura radicalmente opuesta a la que podría imaginar hace una semana.
Esta temporada, el exjugador del Real Madrid ha olvidado completamente las lesiones que le impidieron rendir con regularidad durante el curso pasado, disputando 33 partidos entre todas las competiciones, 22 en la Ligue 1, y erigiéndose como un líder en el vestuario del PSG. Los próximos meses se anticipan decisivos para decidir la renovación, la incierta renovación, de Sergio Ramos.