Cuál es la enfermedad que provoca rayas en las uñas y retrasa su crecimiento


Algunas afecciones de salud y deficiencias nutricionales se reflejan en las extremidades de las manos y esas señales deben tomarse en cuenta para detectar posibles desequilibrios en el organismo.

Las uñas son más que una cuestión estética; son indicadores de la salud general del cuerpo. Los cambios en su color, grosor o estructura pueden ser signos de condiciones como la diabetes, que afectan la oxigenación y el crecimiento de las uñas, o hipotiroidismo, que fragiliza su estructura. Un cuidado adecuado, hidratación y una dieta rica en vitaminas como la B7 (biotina) ayudan a preservar su salud y prevenir problemas.

Por qué importa: reconocer las señales que dan las uñas puede ayudar a detectar problemas de salud antes de que se agraven, promoviendo una intervención temprana y cambios en el cuidado personal.

Las uñas, además de cumplir una función protectora, son indicadores visibles de la salud general del cuerpo. Las alteraciones en su color, textura y estructura pueden ser señales de condiciones subyacentes que requieren atención. En este contexto, es crucial entender qué factores, como la diabetes y otras enfermedades, afectan el crecimiento y aspecto de las uñas, y qué medidas se pueden tomar para mejorar su salud y prevenir problemas.

La diabetes es una enfermedad crónica que impacta la capacidad del cuerpo para regular los niveles de azúcar en la sangre y tiene efectos visibles en las uñas. Las personas diabéticas suelen experimentar problemas circulatorios y una oxigenación inadecuada en las extremidades, lo que puede alterar el crecimiento de las uñas.

Esto se traduce en un desarrollo más lento y la aparición de líneas horizontales conocidas como líneas de Beau, que son surcos que indican interrupciones temporales en el crecimiento de la uña.

Además, las uñas de quienes padecen diabetes tienden a volverse amarillas, gruesas y quebradizas, lo que refleja los cambios metabólicos y la menor capacidad de regeneración celular en estas personas.

¿Qué otras enfermedades provocan rayas en las uñas?

Las rayas en las uñas, ya sean verticales u horizontales, pueden ser indicativas de diversas enfermedades. Las líneas de Beau , por ejemplo, aparecen no solo en personas con diabetes, sino también tras episodios de fiebre alta e infecciones severas, ya que el cuerpo redirige sus recursos hacia la lucha contra la enfermedad, pausando el crecimiento de las uñas.

Además, condiciones como el hipotiroidismo afectan la producción de queratina y provocan uñas más frágiles y rayadas. Las enfermedades circulatorias como la enfermedad vascular periférica también pueden dejar su huella en las uñas, causando irregularidades debido a la falta de oxígeno y nutrientes adecuados en las extremidades.

Prevenir la aparición de rayas en las uñas comienza con la adopción de una buena rutina de cuidado y la consulta con profesionales de la salud para descartar afecciones médicas. Una correcta hidratación de las uñas y las cutículas es esencial.

Aplicar cremas humectantes y aceites, como el de oliva, antes de dormir ayuda a mantener la estructura de las uñas flexible y saludable.

Además, evite el uso excesivo de productos químicos agresivos y proteja las manos con guantes al manipular detergentes o productos de limpieza, es vital para no dañar la superficie de las uñas.

La biotina, una vitamina del complejo B (B7), es fundamental para la producción de queratina, la proteína principal de las uñas. Alimentos como huevos, nueces y cereales integrales son ricos en biotina y ayudan a fortalecer las uñas.

Otros nutrientes importantes incluyen el zinc, esencial para la regeneración celular, y el hierro, cuya deficiencia se asocia con fragilidad y surcos en las uñas.

Consumir una dieta equilibrada que incluya vitaminas A, C y E también contribuye a mantener la salud de las uñas, ya que favorecen la producción de colágeno y mejoran la circulación sanguínea.

Un correcto cuidado de las uñas implica mantenerlas limpias y cortas para evitar infecciones, y usar instrumentos de corte bien desinfectados. Evitar el uso prolongado de esmaltes y optar por períodos de descanso entre aplicaciones permite que las uñas respiren y se mantengan hidratadas.

Se recomienda limarlas suavemente y no cortarlas demasiado para prevenir que se encarnen. Finalmente, prácticas como no usar las uñas como herramientas y evitar morderlas son claves para preservar su integridad y evitar problemas mayores.

El cuidado de las uñas va más allá de la estética; es un reflejo de la salud integral del organismo. Condiciones como la diabetes y enfermedades circulatorias pueden alterar su crecimiento y apariencia, mientras que deficiencias nutricionales y la falta de una adecuada hidratación contribuyente a la aparición de rayas y fragilidad.

Incorporar vitaminas esenciales, mantener una dieta equilibrada y seguir prácticas preventivas son pasos fundamentales para asegurar que las uñas se mantengan fuertes y saludables. La atención a estos detalles y la adopción de medidas preventivas pueden ayudar a evitar problemas y mejorar notablemente la salud y la apariencia de las uñas.

(INFOBAE)