Cómo evitar deshidratarse y sufrir un golpe de calor


La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, impidiendo el cumplimiento de sus funciones normales.

EEUU.- Con el aumento de las temperaturas durante el verano, el golpe de calor y la deshidratación se convierten en un riesgo significativo para la salud, especialmente en regiones donde las condiciones climáticas son extremas.

Según especialistas de la Clínica Mayo de EE.UU., los niños y adultos mayores son los más vulnerables a la deshidratación. En los niños, las causas más comunes son la diarrea y los vómitos intensos, mientras que en los adultos mayores el riesgo aumenta debido a un menor volumen de agua en el cuerpo, la presencia de enfermedades o el uso de ciertos medicamentos.

La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, impidiendo el cumplimiento de sus funciones normales. Si los fluidos no se reponen, la condición se agrava. Aunque cualquier persona puede deshidratarse, esta afección es más frecuente en verano que en invierno.

En tanto, según informó la Cruz Roja Argentina, esta afección ocurre cuando el cuerpo pierde la capacidad de regular su temperatura interna debido a la exposición prolongada al calor o a la realización de actividades físicas en ambientes calurosos y mal ventilados. Este fenómeno puede tener consecuencias graves si no se toman las medidas preventivas adecuadas.

El golpe de calor se produce cuando el cuerpo no logra enfriarse de manera eficiente a través de mecanismos naturales como la transpiración o la respiración. Esto puede deberse a condiciones ambientales de calor extremo y alta humedad, que dificultan la liberación del calor corporal. Además, la exposición directa al sol, la pérdida de agua y sales esenciales en el organismo contribuyen al desarrollo de esta afección, afectando su correcto funcionamiento.

Los especialistas resaltan que la mejor estrategia para prevenir la deshidratación es evitar sentir sed, ya que esta es la primera señal de que el cuerpo necesita líquidos. Beber agua con regularidad ayuda a mantener un equilibrio adecuado antes de que aparezcan síntomas.

Sin embargo, desde la Clínica Mayo advierten que no siempre hay una señal temprana clara de la necesidad de agua en el organismo. Muchas personas, especialmente los adultos mayores, no sienten sed hasta que ya están deshidratadas, por lo que es fundamental aumentar la ingesta de líquidos en días de calor.

Cómo evitar el golpe de calor

La prevención es la clave para reducir el riesgo de sufrir un golpe de calor. Una de las recomendaciones más importantes es evitar la exposición al sol durante las horas de mayor intensidad, que suelen ser entre las 10:00 y las 16:00. Durante este período, se aconseja permanecer en lugares frescos y bien ventilados.

Otra medida esencial es mantenerse hidratado, consumir agua de manera regular incluso si no se siente sed. Esto ayuda a reponer los líquidos y las sales que el cuerpo pierde a través de la transpiración. Asimismo, se recomienda usar ropa ligera, de colores claros y fabricada con materiales que permitan la transpiración, como el algodón.

Por otra parte, también se recomienda reducir la actividad física en ambientes calurosos y de prestar atención a las alertas emitidas por el Servicio Meteorológico Nacional, que pueden advertir sobre olas de calor o condiciones climáticas extremas.