El luso rescinde con el Sporting de Portugal y se hace con las riendas del equipo inglés hasta 2027, aunque no ocupará el puesto hasta el 24 de noviembre
INGLATERRA (MARCA).- El guion previsto parece que sigue su curso, a pesar del gran resultado que cosechó el Manchester United esta pasada noche del miércoles en Old Trafford. El 5-2 al Leicester no ha hecho pensar a los dirigentes del club inglés que toda una leyenda como Ruud Van Nistelrooy podría hacerlo bien en el banquillo local de Old Trafford. Los red devils ya tienen nuevo inquilino oficial. Como se viene anunciando desde casi que fue despedido Erik Ten Hag, Rúben Amorim ha firmado como nuevo técnico del Manchester United hasta 2027 y percibirá en torno a 7/8 millones de euros por cada temporada.
Y lo hace no sin haber creado, por un lado, cierto revuelo en Inglaterra ante su inusitada inexperiencia en un liga de alto calado como la Premier y, por otro, porque deja algo desamparado al Sporting CP, aunque va líder invicto en Portugal, con 30 goles en 9 partidos.
No volará, eso sí, de forma inminente. El acuerdo al que ha llegado el equipo lisboeta es que sea hasta que llegue el siguiente parón de selecciones, es decir. Amorim seguirá al frente en la disputa de los tres próximos compromisos que tiene el Sporting de Portugal: ante el Estrela Amadora, mañana viernes; contra el Manchester City este próximo martes en Champions; y el siempre competido duelo ante el Braga fuera de casa.
Ese será el punto de partida para un técnico que renovará los vínculos lusos con el vestuario red devil, como antes hicieron Carlos Queiroz como segundo de Ferguson o Jose Mourinho, en el escaso año y medio que estuvo al frente del United y con el que ganó en la 16/17 la Europa League, su último título internacional.
Tras los compromisos internaciones, Rúben Amorim se estrenará como nuevo técnico del Manchester United en el campo de Ipswich Town, que en estos momentos ocupa la plaza 18 de la Premier League y no ha ganado ningún partido hasta la fecha.
En este sentido, el portugués tendrá algo de tiempo para aclimatarse a las instalaciones de Carrington y coincidir con los pocos jugadores que no son internacionales en el equipo. Un total de dos semanas, desde el día 10 que dirigirá al club lisboeta ante el Braga (su exequipo), para afrontar la casi insondable empresa de que el Manchester United recupere toda la autoridad futbolística que ha poseído el equipo inglés. ¿Lo conseguirá?