Es un nuevo concepto que ha surgido en estos últimos años.
En la era digital, pasamos gran parte del día mirando pantallas, desde el teléfono y el ordenador hasta la televisión y las tablets. Este hábito tiene un impacto considerable en nuestra salud visual, causando problemas que van desde la fatiga ocular hasta afecciones más graves como el síndrome de visión por computadora. La higiene visual es un conjunto de hábitos y prácticas que ayudan a reducir el esfuerzo que hacemos al mirar pantallas, aliviando la fatiga ocular y ayudando a prevenir problemas de vista a largo plazo.
¿Qué es la higiene visual?
La higiene visual es una serie de pautas y recomendaciones para cuidar la salud de los ojos y evitar el cansancio visual, especialmente en entornos de trabajo o estudio digital. Este concepto se basa en reducir las demandas visuales en el uso prolongado de dispositivos electrónicos, mantener una buena iluminación y adoptar una postura correcta al trabajar.
Así, la higiene visual no sólo busca reducir la fatiga ocular, sino también minimizar los riesgos de desarrollar problemas como la miopía, el ojo seco y el síndrome de visión por computadora.
Principales prácticas de higiene visual
Para proteger la salud ocular, la higiene visual incluye prácticas simples pero efectivas que pueden incorporarse en la rutina diaria. Algunas de las principales son:
- La regla 20-20-20: es uno de los pilares de la higiene visual en entornos digitales. Consiste en mirar algo que esté a 20 pies de distancia (alrededor de 6 metros) durante 20 segundos cada 20 minutos. Este pequeño descanso reduce el esfuerzo en los músculos de enfoque y ayuda a que los ojos se relajen.
- Parpadeo frecuente: frente a una pantalla, tendemos a parpadear menos de lo habitual, lo que provoca sequedad en los ojos. Debemos acordarnos de parpadear conscientemente ayuda a mantener la superficie ocular lubricada y cómoda.
- Mantener una distancia adecuada: la distancia recomendada entre los ojos y la pantalla es de unos 50-70 centímetros (alrededor de un brazo de distancia) para una computadora y entre 30-40 centímetros para un dispositivo móvil.
Además de estas prácticas, también debemos cuidar el entorno en el que utilizamos los dispositivos electrónicos. De esta manera, si regulamos la luz, el brillo de la pantalla y otros ajustes sencillos, podemos conseguir que nuestros ojos tengan una salud más óptima y duradera.