La filosofía política de Nayib Bukele, según Lina Seiche


El hilo de Seiche en su cuenta oficial de X, fue retomado por el mandatario salvadoreño «Recommended thread».

EL SALVADOR.- Para Lina Seiche, artista y bitcoinera alemana en El Salvador, Nayib Bukele fue autor de uno de los arcos de redención modernos más fascinantes. ¿Qué lo distingue de otros políticos? ¿Cómo hizo lo que ellos no pudieron? Una inmersión profunda en la mente política del “Rey Filósofo”.

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¿Qué es un Rey Filósofo? El Rey Filósofo es un concepto griego: un líder ideal que gobierna con razón, motivado por su búsqueda de la verdad y no corrompido por el ego ni la codicia. Bukele persigue ese ideal. Su biografía no es un título que se haya asignado a sí mismo, sino un atisbo de sus aspiraciones.

Las ideologías son grilletes para la mente. Para Bukele, todas las ideologías son de naturaleza destructiva, radicalizan a sus seguidores y limitan al líder en su repertorio político. Para él, “izquierda” y “derecha” no tienen ningún significado. Sus políticas se basan en el mérito, no en la afiliación política.

Entonces, ¿de dónde saca Bukele su inspiración? De los generales de la historia, por ejemplo. En su obra vemos sus reflexiones sobre las estrategias de líderes históricos y contemporáneos, que combina con su propia filosofía. Aprende del pasado, observa el presente, predice el futuro.

No seas el títere de nadie Bukele es conocido por decir lo que no debe hacer. Se niega a doblegarse ante gobernantes en la sombra que no han sido elegidos. Esto lo ha hecho impopular entre el establishment… e increíblemente popular entre el pueblo. “No trabajo para las élites ni para los corruptos. Trabajo para el pueblo”.

Libertad ordenada Bukele culpa del caos en Occidente a un liderazgo sin principios. Una nación se construye sobre valores comunes y principios morales acordados por su pueblo. El gobierno debe mantener esas líneas. Un gobierno que sigue modificando esas líneas destruye a su nación desde dentro.

Bukele estableció las líneas que los salvadoreños querían pero que se les había negado durante décadas: • La comodidad de los criminales no debe primar sobre la seguridad de los inocentes.

• El delito no debe ser más lucrativo que el trabajo honesto.

• El gobierno debe servir al pueblo, no al revés.

La libertad necesita protección Hacer la paz fue el primer paso; mantenerla es el segundo. Y el segundo paso nunca termina. Entonces, cuando dos pandilleros fueron sospechosos en un pequeño pueblo, Bukele envió 2.000 soldados para encontrarlos. No para demostrar poder, sino porque la fuerza asimétrica garantiza que los días oscuros no regresen.

Persigue la belleza “La belleza es el objeto del amor” – Platón Bukele invierte fuertemente en proyectos estéticos para fomentar la confianza, el propósito y la solidaridad. “Puedes llamarlo relaciones públicas si quieres ser un poco cínico, pero estoy hablando de inspiración, de algo sublime”.

Bukele cree en la importancia de contar con espacios públicos bellos para que las personas puedan vivir juntas y no simplemente unas al lado de otras. Algo que cuidar juntos y presentar al mundo: “Nuestros espacios públicos deberían ser incluso mejores que nuestros espacios privados”.

Fomentar la fe Bukele se declara creyente, aunque no sigue ninguna iglesia en particular. Él cree que la fe trae unidad y da a la gente algo a lo que aferrarse. Una nación sin fe es una nación sin esperanza. Los milagros les ocurren a quienes se permiten verlos.

Crear propósito Bukele cree que una nación que no tiene adónde ir va cuesta abajo, pero una que tiene un propósito puede llegar a cualquier parte: “Nunca dejes que nadie te diga que El Salvador es demasiado pequeño para ser grande”. Su propósito para El Salvador: construir un arca que defienda los valores que el “mundo libre” ha perdido.

Prepárate para un futuro sin ti El objetivo de Bukele es dejar un legado, pero como político, su legado es prestado, a menos que lo haga perdurar. En sus discursos a la nación, apela a la razón, a la autorreflexión y al pensamiento a largo plazo. Él quiere que la gente lleve a cabo su visión.

El liderazgo de Bukele tiene una urgencia. Sólo tiene una década para construir algo que dure 100 años. Todo lo que hace se remonta a su razón de ser: “Lo único que me mantiene despierto por las noches es cómo me juzgarán las generaciones futuras y si siquiera existiré para ellas”.

Entonces, ¿qué hace que Bukele sea diferente de otros líderes? Tal vez sea su búsqueda de liderazgo filosófico. Tal vez sea su obsesión por dejar un gran legado. Sea lo que sea, lo ha convertido en el presidente más popular del mundo y ha inspirado a muchos otros políticos a seguir su ejemplo.