A lo largo del martes, el cuerpo del mandatario iraní será trasladado hasta la ciudad de Qom, al sur de Teherán, y de allí será llevado a la capital.
IRÁN.- Como estaba previsto, este martes arrancaron en Irán las actos fúnebres del presidente Ebrahim Raisí y sus acompañantes, fallecidos el domingo tras accidentarse el helicóptero en el que viajaban cerca de la frontera con Azerbaiyán.
Miles de ciudadanos se congregaron a las 09H30 en la ciudad iraní de Tabriz para escoltar desde la Plaza de los Mártires hasta la mezquita Mosalah el cuerpo del presidente Ebrahim Raisí, del canciller Hosein Amir Abdolahian y el resto de ocupantes del helicóptero accidentado.
A lo largo del martes, el cuerpo del mandatario iraní será trasladado hasta la ciudad de Qom, al sur de Teherán, y de allí será llevado a la capital.
El ayatolá Alí Jamenei deberá presidir las oraciones en una ceremonia de despedida prevista en la ciudad de Teherán en horas de la noche de este martes, antes de las grandes procesiones que deben empezar en la capital el miércoles.
El próximo miércoles, el programa del funeral de Ebrahim Raisí y sus compañeros incluye un recorrido desde la Universidad de Teherán hasta la plaza Azadi con la presencia de invitados internacionales y delegaciones extranjeras y continuará con oraciones del Líder de la Revolución Islámica.
Para el jueves, los restos de Ebrahim Raisí será trasladado a Biryand y posteriormente a su ciudad natal, Mashhad, ubicada en el noroeste del país, mientras las otras víctimas serán enterradas en Tabriz.
El entierro del presidente Ebrahim Raisí tendrá lugar el próximo jueves en horas del mediodía.
Tras la muerte del mandatario, el líder supremo de Irán, anunció cinco días de luto y expresó sus condolencias señalando que en el «trágico incidente, la nación iraní perdió a un servidor sincero y valioso».
Con la muerte de Raisí, su vicepresidente primero, Mohammad Mojber, ha asumido sus funciones tras la aprobación del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, como indica la Constitución iraní.
La de Raisí no es la primera muerte de un presidente iraní en funciones. En 1981, el grupo Muyahidín Jalq (MKO) asesinó al entonces presidente Mohamad-Ali Rajai. En ese momento, se convocaron nuevas elecciones y el ayatolá Jamenei fue elegido, tras una victoria electoral aplastante.