La iniciativa fue firmada por la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) del país suramericano, representada por la ministra Liliana Elizabeth Alcaraz Recalde; y la Comisión Nacional de Activos Digitales (CNAD) salvadoreña, cuyo titular es Juan Carlos Reyes García.
EL SALVADOR.- Paraguay y El Salvador firmaron un Memorándum de Entendimiento para controlar, supervisar y regular los proveedores de servicios de activos digitales.
“En el documento se acuerda promover y facilitar la cooperación mutua y el intercambio de información entre ambas instituciones, en materia de control, supervisión y regulación de los proveedores de servicios de activos digitales”, indicó la Seprelad.
La Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero explica que esta cooperación busca “detectar entidades que realicen operaciones sin licencia” en cualquiera de las dos jurisdicciones.
“Por su naturaleza, los activos digitales no conocen barreras geográficas. Para supervisarlos de manera proactiva y efectiva, es imperativo establecer acuerdos como este, que no solo fortalecen la capacidad local, sino que también contribuyan a una supervisión global más coordinada y robusta. En ese sentido esta alianza fomentará la innovación y protegerá la integridad financiera de ambos países”, afirma la Seprelad en una nota de prensa publicada el pasado 08 de marzo.
Ambas partes, según el comunicados, deben establecer las relaciones para la cooperación técnica entre las instituciones que representan las autoridades y coadyuvar el ejercicio de una supervisión efectiva de los Proveedores de Servicios de Activos Digitales (Virtuales), así como el intercambio de experiencias y conocimientos técnicos y regulatorios en la materia, incluyéndose pero no limitándose a temas relacionados a la trazabilidad de activos digitales, uso de herramientas de inteligencia de cadenas de bloques, controles de entrada para proveedores de servicios de activos digitales, y análisis de riesgos.
La institución paraguaya indica que, además, con este acuerdo busca obtener grandes avances regulatorios y utilizar la experiencia de la CNAD y buenas prácticas “para evolucionar en la regulación de un mercado que trasciende fronteras”.