Apple calificó la demanda como “incorrecta desde el punto de vista de los hechos y de la ley”.
ESTADOS UNIDOS.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este jueves una amplia demanda antimonopolio contra Apple, acusando al gigante tecnológico de diseñar un monopolio ilegal en el mercado de teléfonos inteligentes que excluye a los competidores y sofoca la innovación.
«Apple cobra casi US$ 1.600 por un iPhone, pero como alega nuestra demanda, Apple mantiene un poder de monopolio en el mercado de teléfonos inteligentes no simplemente por adelantarse a la competencia en cuanto a los méritos, sino también por violar la ley federal antimonopolio», dijo el secretario de Justicia Merrick Garland en una conferencia de prensa en la que anunció la demanda, que fue presentada en el Tribunal de Distrito de Nueva Jersey.
«Los consumidores no deberían tener que pagar precios más altos porque las empresas infringen la ley», añadió.
La demanda, que también fue presentada ante 16 fiscales generales estatales, es el ejemplo más reciente del enfoque del Departamento de Justicia estadounidense en torno a la aplicación agresiva de la ley federal antimonopolio. Según fuentes oficiales, esta tiene como objetivo garantizar un mercado justo y competitivo.
«Apple socava aplicaciones, productos y servicios que de otro modo harían que los usuarios dependieran menos del iPhone», dijo el Departamento de Justicia (DOJ, por sus iniciales en inglés) en un comunicado de prensa. «Apple ejerce su poder de monopolio para extraer más dinero de consumidores, desarrolladores, creadores de contenido, artistas, editores, pequeñas empresas y comerciantes, entre otros».
Por ejemplo, Apple permite a los clientes de iPhone enviarse fotos y vídeos de alta calidad entre sí sin problemas, pero los textos multimedia a teléfonos Android son más lentos y granulados. A fines del año pasado, la compañía cedió y acordó mejorar el estándar de calidad que utiliza para interactuar con teléfonos Android a través de mensajes de texto.
La empresa también ofrece a sus propios productos la posibilidad de acceder a determinadas partes de su hardware cuyo uso restringe a otras empresas. Esto desata una experiencia casi mágica sobre cómo los iPhone interactúan con AirTags, mientras que los productos de la competencia tienen capacidades mucho más limitadas.
Apple calificó la demanda como “incorrecta desde el punto de vista de los hechos y de la ley” y dijo que “se defenderá enérgicamente contra ella”.
Apple indicó que, si tuviera éxito, la demanda obstaculizaría su «capacidad de crear el tipo de tecnología que la gente espera» de ellos, «donde el hardware, el software y los servicios se entrelazan» y sentaría «un precedente peligroso, empoderando al Gobierno para tomar una mano dura en el diseño de la tecnología de la gente”.
«En Apple, innovamos todos los días para hacer que la gente ame la tecnología: diseñamos productos que funcionan perfectamente juntos, protegen la privacidad y la seguridad de las personas y crean una experiencia mágica para nuestros usuarios», expresó la compañía en un comunicado.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha pedido al Departamento de Justicia y a la Comisión Federal de Comercio que hagan cumplir enérgicamente los estatutos antimonopolio. La mayor vigilancia de las fusiones corporativas y los acuerdos comerciales ha encontrado resistencia por parte de algunos líderes empresariales, que han dicho que la Administración demócrata se está extralimitando en sus funciones. Otros han elogiado este paso que, dicen, se debería haber dado hace mucho tiempo.
Este año, las regulaciones europeas obligaron a Apple a dar acceso a otras empresas al chip de hardware de pago del iPhone, lo que permitió la creación de billeteras digitales competidoras. Pero esas reglas se supeditan solo a la Unión Europea.