Continúan protestas en Panamá por contrato minero


Los obispos de la Conferencia Episcopal de Panamá exhortan al gobierno a “escuchar el clamor del pueblo en las calles”.

PANAMÁ.- Un grupo de manifestantes se concentraron en las inmediaciones de la finca del presidente de la república Laurentino Cortizo, en el sector de Chagres, Costa Abajo de Colón.


Manifestantes se concentran en la Cinta Costera desde donde partirán en marcha hacia la Presidencia de la República de Panamá para exigir la derogación del contrato minero.


A seis días de la aprobación de la Ley del contrato entre el Estado panameño y Minera Panamá una subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals para la explotación de la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica, los obispos de la Conferencia Episcopal de Panamá exhortan al gobierno a “escuchar el clamor del pueblo en las calles y que la Corte Suprema de Justicia revise y se pronuncie urgentemente sobre la inconstitucionalidad de la ley.

“Es preocupante precisamente que, a pocos días del mes de la Patria, se haya procedido con demasiada celeridad a la aprobación de un contrato minero por parte de la Asamblea Nacional y la sanción del Ejecutivo, a pesar de los permanentes cuestionamientos de la sociedad”. Así se lee en la nota del episcopado que recuerda el 120 aniversario de vida republicana, con la que se logró la soberanía del territorio y el camino democrático en Panamá.

El viernes 20 de octubre, a sorpresa, el Parlamento de Panamá aprobó el contrato ley, en medio de protestas en rechazo a la actividad minera. La mayoría oficialista, aprobó en tercer y último debate este criticado contrato ley con 44 votos a favor, 5 en contra y 2 abstenciones entre los diputados presentes en una atípica sesión parlamentaria, que no suele convocarse los viernes.

“Esto ha crispado los ánimos de un gran sector de la población, que ha producido una infortunada situación de confrontación, represión y violencia”, sostiene el episcopado panameño. Al mismo tiempo, los obispos están convencidos de que a través del diálogo participativo y la escucha se podrá superar la confrontación y traer la paz, buscando espacios de encuentro, consensos y soluciones.