Hay que tener precaución con los remedios caseros para el mal olor de pies, ya que algunos de ellos podrían provocar lesiones e irritar la piel de los pies.
El mal olor de pies es una preocupación frecuente con la llegada del verano. Las altas temperaturas y la humedad ambiental favorecen la sudoración y, en consecuencia, esta parte del cuerpo puede desprender un olor muy desagradable.
Así pues, ante la pregunta a qué se debe el mal olor en los pies, la respuesta suele ser el sudor. No obstante, cabe decir que la sudoración por sí misma es inodora. El hedor aparece cuando esta secreción corporal es descompuesta por la acción de ciertas bacterias y levaduras que habitan en la piel, quienes producen unos compuestos muy malolientes.
Si bien el sudor en los pies es normal (es una zona con más de 250.000 glándulas sudoríparas), hay personas que sufren de una sudoración excesiva en esta parte del cuerpo. Es lo que se conoce como hiperhidrosis plantar.
Esto se debe sobre todo a la maceración cutánea provocada por la sudoración, que a su vez contribuye a la aparición de afecciones secundarias que agravan el problema. Entre ellas, las infecciones por bacterias y hongos (una de las más frecuentes es la conocida como pie de atleta), reacciones cutáneas como la dermatitis y la bromhidrosis (olor corporal exagerado y anormal).
Existen diferentes medidas para prevenir y combatir el mal olor de los pies. Sin embargo, se requiere de constancia para que estas puedan ser efectivas.
- Lavarse los pies a diario. La primera recomendación para evitar y quitar el mal olor de los pies es su higiene diaria. Hay que lavarlos de forma minuciosa cada día con agua templada y con un jabón no demasiado deslipidificante, pero sí ligeramente antiséptico y desodorante.
- Aplicar productos de tratamiento para el mal olor en los pies. Se aconseja completar el lavado de los pies con la aplicación de algún producto de acción desodorante, absorbente y/o antitranspirante. Sobre todo, en caso de sudoración excesiva.
- Usar calcetines transpirables. Se deben utilizar preferiblemente calcetines y medias confeccionados a partir de fibras naturales como el algodón o el bambú. Estos tejidos permiten la adecuada transpiración del pie y consiguen absorber el sudor.
- Elegir bien los zapatos. El calzado elaborado con materiales sintéticos eleva la temperatura y la humedad en el interior del zapato y de la propia piel. Como consecuencia, se favorece la proliferación de los microorganismos responsables del mal olor de pies.
- Acudir al especialista. En la gran mayoría de los casos, el mal olor de pies mejora y se controla con una higiene adecuada, la aplicación de productos desodorantes, astringentes y/o antitranspirantes y el uso de calcetines y zapatos transpirables.