Conoce los riesgos del uso creciente de cigarrillos electrónicos en adolescentes


Los dispositivos de vapeo y otros artículos con y sin nicotina se han popularizado rápidamente entre los más jóvenes.

ARGENTINA.- En América Latina y el Caribe, miles de adolescentes usan cigarrillos electrónicos y otros productos del tabaco o con nicotina sin conocer los riesgos para su salud.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) junto con la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer de Uruguay, y la Alianza para las Enfermedades No Trasmisibles, entre otras organizaciones, ya aclararon que “vapear” —como se suele decir al consumo de algunos productos emergentes— genera adicción y no sirve para dejar de fumar.

Entre otros efectos perjudiciales, el consumo de cigarrillos electrónicos y otros productos de nicotina afecta el desarrollo del cerebro en la adolescencia. La nicotina interfiere en la memoria, la atención y el control de impulsos, y aumenta el riesgo de desarrollar dependencia en la adultez.

El sistema cardiovascular también sufre alteraciones. La nicotina eleva la presión arterial y puede dañar los vasos sanguíneos, lo que incrementa el riesgo de que los consumidores sufran enfermedades cardíacas.

“A nivel respiratorio, los aerosoles de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias tóxicas que pueden inflamar los pulmones y afectar su funcionamiento”, comentó Cristina Borrajo, expresidenta de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y directora del departamento de tabaquismo de la Asociación Latinoamericana del Tórax.

El primer tratado mundial de salud pública se firmó en 2003 en la sede de Naciones Unidas. Se conoce como Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, entre otros aspectos, establece medidas para prevenir el consumo de tabaco y nicotina en adolescentes.

Recomendó que cada país determine la prohibición de la venta de productos de tabaco y nicotina a menores, establezca restricciones publicitarias, advertencias sanitarias y la protección contra la influencia de la industria tabacalera.

También la OMS instó a los países a que tomen medidas estrictas sobre los cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado, ya que su popularidad creció entre los más jóvenes.