Carlo Ancelotti y Luka Modric se despidieron del Santiago Bernabéu con una victoria del Real Madrid y un emotivo homenaje que quedará grabado en la historia del club y en el corazón de su afición.
ESPAÑA.- El Real Madrid cerró la temporada con una victoria por 1-0 sobre la Real Sociedad en una tarde marcada por la emoción y los homenajes. Más allá del resultado, el foco principal estaba en las despedidas de Carlo Ancelotti y Luka Modric, dos figuras icónicas del club que vivieron su último partido en el Santiago Bernabéu. Con un ambiente cargado de nostalgia y gratitud, la afición merengue despidió a dos de los nombres más importantes en la historia reciente del club blanco.

Los dos goles del partido los anotó Kylian Mbappé, quien continúa su impresionante racha goleadora. El francés alcanzó los 31 tantos en la presente edición de LaLiga, colocándose como el máximo goleador del torneo y perfilándose como el futuro ganador del ‘Pichichi’. Además, con este tanto, Mbappé se afianza en la cima de la lucha por la Bota de Oro, a la espera de que Mohamed Salah no marque cuatro goles con el Liverpool en su próximo encuentro ante el Crystal Palace.
El Real Madrid despidió a dos leyendas
La victoria sirvió como broche de oro a una jornada histórica, en la que el Santiago Bernabéu se volcó con pancartas, ovaciones y una camiseta gigante con el número 10 para rendir homenaje a Luka Modric. El croata, quien aún disputará el Mundial de Clubes con el Real Madrid, quiso despedirse del estadio en un gesto de cariño hacia la afición que lo ha idolatrado durante más de una década. Su salida del terreno de juego fue acompañada por una ovación cerrada, que hizo vibrar cada rincón del estadio.
En cuanto a Carlo Ancelotti, su despedida fue también emotiva y definitiva. El entrenador más exitoso en la historia del club con 15 títulos dejará el banquillo blanco para asumir su nuevo reto con la selección de Brasil. El triunfo ante la Real Sociedad fue su último partido al frente del equipo en el Bernabéu, cerrando así un ciclo glorioso que quedará grabado en la memoria colectiva del madridismo. La victoria fue el mejor regalo de sus jugadores y un digno adiós para una leyenda del banquillo.

