El canciller turco Hakan Fidan presidirá las conversaciones entre Vladimir Medinski, el enviado de Putin, y Rustem Umerov, ministro de Defensa de Kiev. Buscan de avances tras la primera ronda que solo logró un acuerdo de intercambio de prisioneros en mayo.
ESTAMBUL.- Delegaciones de Rusia y Ucrania se reúnen este lunes en Estambul para una segunda ronda de conversaciones de paz directas, tras tres años de guerra que ha dejado decenas de miles de muertos en ambos bandos. Las negociaciones, programadas para las 13:00 hora local en el histórico palacio de Ciragan a orillas del Bósforo, buscan avances más sustanciales que la primera ronda del 16 de mayo, que solo logró un acuerdo para el intercambio de prisioneros a gran escala.
Las conversaciones se desarrollan en un momento de máxima tensión tras un ataque ucraniano “a gran escala” el domingo que alcanzó territorio ruso hasta Siberia, dañando decenas de aeronaves militares en cuatro bases aéreas. Ucrania reivindicó haber causado daños por 7.000 millones de dólares en el asalto coordinado con drones, mientras Rusia reportó haber derribado 162 drones ucranianos durante la noche, principalmente en las regiones fronterizas de Kursk y Bélgorod.
Las posiciones de ambas partes permanecen irreconciliables: Ucrania exige un “alto el fuego completo e incondicional” y el retorno de prisioneros y niños deportados, mientras Rusia presenta un “memorándum” con condiciones que incluyen la renuncia ucraniana a ingresar a la OTAN y la entrega de cinco regiones anexadas. El presidente ucraniano Volodimir Zelensky sigue solicitando una reunión directa con Vladimir Putin, propuesta que el Kremlin ha rechazado repetidamente.
Rusia exige retener todo el territorio ocupado en el sur y este de Ucrania, incluyendo las cuatro regiones anexadas en 2022 —Donetsk, Lugansk, Zaporizhzhia y Kherson— además de Crimea, ocupada en 2014. Putin demandó el año pasado que Ucrania retire sus fuerzas incluso de las partes de esas regiones que aún controla como prerrequisito para cualquier acuerdo.
Ucrania ha declarado que nunca reconocerá los territorios ocupados como rusos, aunque Zelensky ha sugerido que Kiev podría verse obligado a intentar recuperarlos por medios diplomáticos.
Moscú también demanda que Ucrania renuncie definitivamente a ingresar a la OTAN, limite el tamaño de su ejército y se declare un estado neutral, además de cesar el flujo de armas occidentales. Putin ha insistido en la remoción del presidente Zelensky y en marzo propuso colocar a Ucrania bajo una “administración temporal” respaldada por la ONU. Los funcionarios rusos han pedido la “desmilitarización” y “desnazificación” de Ucrania, narrativa rechazada por Kiev y Occidente.
Por su parte, Ucrania exige un “alto el fuego completo e incondicional” que cubra combates terrestres, aéreos y marítimos, seguido de la liberación de prisioneros y el retorno de niños deportados. Zelensky busca “garantías de seguridad” occidentales para prevenir futuras invasiones rusas, idealmente el ingreso a la OTAN o la protección del Artículo 5 de defensa colectiva. Con Trump descartando la membresía ucraniana en la OTAN y Putin calificándola de “inaceptable”, Kiev presiona por otros compromisos militares occidentales, incluyendo las discusiones lideradas por Reino Unido y Francia sobre un posible despliegue de tropas europeas para hacer cumplir cualquier alto el fuego.