Donald Trump, desde un camión recolector de basura, brindó una conferencia de prensa, que se convertiría en uno de los cierres de campañas más ingeniosos en la historia electoral de EE.UU.
ESTADOS UNIDOS. – Donald Trump ganó las elecciones presidenciales en EE.UU. con una abultada ventaja sobre su contrincante, demócrata Kamala Harris. Tras sobrepasar los 270 votos de los colegios electorales necesarios para la victoria, el candidato republicano aseguró su regreso a la Casa Blanca luego de ser derrotado por Joe Biden en 2020.
Las razones detrás del triunfo de Trump en las elecciones son muchas, según afirman analistas políticos: el incremento de inseguridad en varios estados del país bajo la administración de Joe Biden, la economía por el alto costo de la vida que ha llevado a la pobreza a millones de estadounidenses, desde que el empresario dejó la presidencia en 2020, la alta tasa de migración irregular, entre otras. Agregado a lo anterior, especialistas en marketing político argumentaron que la estrategia de la campaña electoral del candidato republicano fue un pilar clave para concretar la conquista de las elecciones estadounidenses.
Hay un detalle que acaparó la atención de la prensa y los ciudadanos, fue ver al mismísimo Donald Trump manejando un camión recolector de desechos sólidos, dejando claro que el eficiente servicio de la recolección de basura es uno de las exigencias básicas de los habitantes hacia sus autoridades, debido a la necesidad rutinaria de la población de mantener limpias las ciudades. El equipo de campaña de Donald Trump supo hacer que esto pareciera una política populista de campaña, pero el pueblo de los Estados Unidos no lo vio así. Con un poco de ayuda involuntaria de sus rivales demócratas, los estrategas de Trump aprovecharon este elemento concretando uno de los momentos más épicos en las elecciones presidenciales de 2024 porque como podría ser que un multimillonario candidato a presidente podía dejar sus limusinas y autos de lujo para subirse a manejar un camión recolector de basura.
Todo tuvo su origen en la desafortunada reacción de Joe Biden, quien respondió a los comentarios de un comediante hechos durante un mitin de Donald Trump sobre Puerto Rico, calificándolo como una «Isla Flotante de Basura». El actual presidente de EE.UU. contestó a ese chiste nombrando a todos los seguidores del candidato republicano como «basura»:
«La única basura que veo flotando es a sus seguidores», respondió Biden al comediante Tony Hinchcliffe.
Trump aprovechó la torpe respuesta de Biden, combinó la importancia social de la recolección de basura, se vistió como recolector, se subió a un camión y creó uno de los mejores momentos políticos en toda la historia de las campañas electorales en los Estados Unidos.
«¿Qué les parece mi camión de basura?», preguntó Trump a los periodistas. «Es en honor a Kamala y Biden», agregó.
El empresario afirmó desconocer al comediante que realizó la broma sobre la «Isla de Basura» y Puerto Rico y aseguró que él ha sido el presidente que más ha apoyado a los puertorriqueños en toda la historia de EE.UU.
Analistas políticos, especialistas en marketing e internautas destacaron el movimiento de Trump y calificaron la respuesta como una genialidad.
Estados Unidos, en 2019, fue el país desarrollado que más basura generó en todo el mundo, según datos publicados por la firma global de investigación Verisk Maplecroft.
Un informe de Greenpeace demostró que los hogares estadounidenses generaron 51 millones de toneladas de basura plástica en 2021.
La revista Science Advance publicó en 2020 que Estados Unidos es el país que más basura plástica genera en el mundo.
La recolección de desechos sólidos es una de las necesidades más esenciales en una sociedad, no solo estadounidense, si no mundial; tanto en países desarrollados como subdesarrollados.
La combinación de un elemento fundamental para una buena y sana calidad de vida, como es la recolección de basura, con una agilidad de publicidad política, convirtió las imágenes de Donald Trump brindando una conferencia de prensa desde un camión recolector como uno de los momentos más insólitos y reflexivos de la campaña electoral estadounidense en 2024.
