La directora de la asociación aseguró que durante el conflicto armado, las redes de tráfico de personas sacaron un «lucro» a los niños y niñas.
EL SALVADOR.- Este 27 de noviembre, la Asociación Pro-Búsqueda anunció un nuevo reencuentro: Sara Brown (Virginia Lorena Portillo, nombre biológico) se reunió con su familia tras ser separada de ellos en el contexto del conflicto armado. Brown fue adoptada de forma ilegal en Estados Unidos en 1984.
Tras años de búsqueda, este miércoles, Brown «pudo conocer a su madre y a sus hermanas tras 40 años de separación», afirmó la asociación. Pro-Búsqueda inició las investigaciones en 2008.
En Las Cosas Como Son, Ana Julia Escalante, directora de Pro-Búsqueda; y Margarita Zamora, investigadora de Pro-Búsqueda, explicaron que este reencuentro se da luego de hacer la recopilación de testimonios y del uso de tecnologías avanzadas, como las pruebas de ADN. Indicaron que las investigaciones se vieron retrasadas por la inseguridad que se vivió en El Salvador.
Escalante dijo que estos casos llevan a Pro-Búsqueda a identificar patrones. «En el caso de Sara Brown, la madre fue manipulada, (primero, los niños eran separados de su familia y luego pasaban a casos de desaparición)», explicó.
Escalante narró que a la madre de Brown le sugirieron ponerle supuestos «padrinos» a su hija. Sin embargo, «ella no sabía leer ni escribir», por lo que no se enteró que dio en adopción a su hija.
«Ella no dio el consentimiento para la adopción de su hija. Es otra mujer vulnerada», lamentó la directora.
Y es que, en esa época, según las autoridades de Pro-Búsqueda, los niños eran ocupados «como una forma de lucrarse» por redes de tráfico de personas. En concreto, durante el conflicto armado, era un negocio el tema de los niños y niñas, aseguró la directora Escalante.
«Vemos que hubo un lucro atrás de todo esto, los niños eran captados en operativos militares, eran trasladados a destacamentos u organizaciones ‘humanitarias’ y muchas veces dados en adopción sin siquiera buscar si estos niños tenían un familiar vivo», remarcó.
Incluso, «muchos jóvenes crecieron pensado que sus madres los habían vendido, en muchos casos existe resentimiento, y en realidad, los padres (adoptivos) si dieron un dinero, pero no para las madres (biológicas) sino para los abogados», aseveró Zamora.
Finalmente, la organización dijo que «este reencuentro es un testimonio más del incansable trabajo de Pro-Búsqueda y del legado de las familias que han dedicado esfuerzos en la búsqueda de los niños y niñas desaparecidos durante el conflicto armado». La organización es un legado del padre jesuita Jon Cortina.
En 2023, Pro-Búsqueda tenía 1,046 denuncias, «muchos de estos casos han sido resueltos«, dijo Ana Julia Escalante, directora de la Asociación Pro-Búsqueda.
Hasta noviembre de 2024, tienen un registro de más de 500 casos en proceso de investigación, así lo confirmó Escalante, quien dio a conocer en Las Cosas Como Son que, anualmente, tienen una media de 30 casos nuevos que ingresan.
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