Por el profesor Mauricio Rodríguez
El pasado 15 de septiembre en cadena nacional de radio y televisión como ya es habitual el presidente de la Republica Nayib Bukele envía un mensaje a la nación, en esta oportunidad que se conmemoran 203 años de “independencia” igual sorprendió a la población con un mensaje basado en cuatro momentos estructurados en su composición gramatical: por una parte se refirió al reciente fallecimiento de los altos mandos de la Policía Nacional Civil y de un amigo periodista así como los pilotos de la Fuerza Aérea quienes de todos es conocido murieron en el cumplimiento de su deber y esto después de haber recibido al principal implicado en el caso COSAVI; en un segundo momento vimos a un presidente estadista y orientador de su pueblo al hacer alusión a la teoría de la acción colectiva o como le dió en llamar “la cultura del mas vivo” ejemplificó con anécdotas claras, sencillas y entendibles de lo que como salvadoreños no debemos hacer, es por ello que muy a pesar de tener frente a él, dieciocho mil efectivos de la Fuerza Armada, el discurso era para nuestra gente, para nuestro pueblo e hizo el llamado de como pequeñas acciones negativas en el plano individual dañan o afectan la colectividad; un tercer momento de su discurso estuvo orientado a exponer como el gobierno viene haciendo supremos esfuerzos desde su llegada en 2019 cuando rompió el viejo esquema de la guerra fría de izquierdas contra derechas y viceversa que no era otra cosa en nuestro país, que un “acuerdo “ pactado por estos grupos representados en Arena y Fmln quienes tenían en su agenda entrar en una dinámica de alternancia en el poder, y de esa forma, no dar espacio a otras formas de pensamiento político, pero así el actual mandatario rompe ese esquema, derriba viejos paradigmas de hacer política y por supuesto la casi aniquilación de estos partidos políticos que ahora se encuentran al borde de la extinción, con todo eso y con un endeudamiento provocado por treinta años en el poder, donde el desfalco y la corrupción galopante a nivel institucional fueron el denominador común de esos fatídicos treinta años de dictadura partidocratica, y es que hay un dato que no debemos olvidar que arena y fmln negociaron un acuerdo antes de finalizar el gobierno de Sánchez Cerén de aprobación de 3607 millones de dólares de los que 1150 millones serian para cubrir los gastos en los últimos meses de gestión de dicho presidente del fmln, la gran pregunta es donde se colocó todo ese dinero; por otra parte en enero de 2012 la Asamblea Legislativa aprobó 45 millones de dólares para la construcción del Sitrams el cual fue declarado inconstitucional y la inversión que fue ganancia para unos cuantos, ahora la debemos de pagar todos los salvadoreños con nuestros impuestos, es decir dinero tirado al cesto como si nos sobrase; otro de los grandes fracasos con los que ha tenido que lidiar el actual mandatario es que no debemos de olvidar que quienes le dieron la cuchillada por la espalda a la población fueron Arena y Fmln con las reformas al sistema de pensiones en 2017 la primera para tomar como reorientación de fondos 500 millones de dólares para pagar cuota de prestamos y ese mismo año para ocupar la totalidad de ese dinero de los salvadoreños para cubrir “necesidades” y le permitieron a las AFP elevar el porcentaje de descuento a la clase trabajadora como una manera de retornar el dinero entregado al gobierno del fmln, en ese momento le dan el dulce envenenado a la clase trabajadora al permitir retirar el 25% de sus ahorros lo cual en el paso del tiempo se volvió contraproducente, pero con este panorama se encontró el presidente Bukele a su llegada al ejecutivo en 2019, un panorama nada promisorio, no obstante demostró su capacidad de estadista y con una capacidad de resiliencia comenzó a buscar reconstruir un país por el cual solo se hablaba dentro y fuera de nuestro país como el mas inseguro del mundo, ahora tenemos un cambio radical pues somos el país mas seguro del hemisferio occidental y con una visión de desarrollo ya trazada, pero hay que ser honestos y debo afirmar y retomo las palabras del presidente Bukele no es fácil construir sobre escombros, pues eso es lo que nos dejaron los anteriores gobiernos, mismos que ahora exigen que se cumplan en tiempo récord las obras en tiempo récord, cuando ellos tuvieron treinta años y no fueron capaces de hacerlo, más bien, se dedicaron a extraer el pecunio de nuestra gente y hay pruebas de ellos, pongo uno de tantos ejemplo: la construcción del “Boulevard Diego de Holguín” ahora conocido como “Boulevard Monseñor Romero”, es decir esos dineros fueron a parar a las cuentas de funcionarios de estos desgobiernos, en el caso de Diego de Holguín un proyecto que cuesta al país mas de 37.9 millones de dólares carretera de 8.4 kilómetros y se sabe en procesos judiciales del mismo que el anticipo para la empresa constructora fue de 7 millones de dólares los que se ocuparon para otros fines muy ajenos a la construcción de dicha carretera.
Ahora corresponde al Presidente Bukele reconstruir nuestra patria como lo dijo ladrillo por ladrillo, paso a paso y además pidió paciencia pues nuestro país ha entrado en una nueva dinámica lo que permitirá ver en el mediano y corto plazo las obras anunciadas por el presidente; finalmente su discurso fue muy alentador y tal como nos tiene acostumbrados dar una importante noticia relacionada con la presentación del Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2025 el cual de acuerdo al anuncio hecho será completamente financiado, es decir, no será necesario recurrir a endeudamiento para cubrir los gastos del gobierno lo que a nivel internacional genera mucha expectativa pues los mercados bursátiles, quienes reaccionaron positivamente ante tal anuncio de igual manera a nivel nacional entidades privadas demuestran su beneplácito ante tal anuncio el cual esta enmarcado en la búsqueda del milagro económico para nuestro país y el sustancial mejoramiento de las condiciones de vida material de nuestra gente.
Así un discurso de 203 años de independencia, el cual deja claro el rumbo de nuestro país y el hilo conductor de una política económica que se ve muy promisoria para nuestro país y sobre todo para su gente, lo que diga la oposición política no es relevante pues ya los conocemos y sabemos que ellos nunca se interesaron en la población, pues solo la vieron como números, como votos, es decir aplicaron la cultura del más vivo.