A partir del domingo 19 de noviembre, Nicaragua dejará de ser miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA), una acción que se hace efectiva a dos años de que Daniel Ortega decidió retirar al país del organismo.
Ahora, Estados Unidos y sus socios anticipan «continuar evaluando todas las herramientas» para instar al gobierno nicaragüense a «cumplir sus obligaciones».
El subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, que cubre América Central, Cuba y la migración regional, del Departamento de Estado, aseguró que EEUU -junto a una coalición de países de la OEA- siguen evaluando cómo pueden «trabajar para presionar a Nicaragua a que cese la represión y restituya la democracia».