La decisión se da después de que Washington cancelara las licencias petroleras que tenía Chevron en territorio venezolano y que habían generado una millonaria operación para el régimen.
VENEZUELA.- El plan del presidente Trump de realizar deportaciones masivas enfrenta un nuevo obstáculo: el gobierno venezolano advirtió en privado a la administración que no aceptará migrantes después de que la Casa Blanca rescindiera la licencia de Chevron para bombear petróleo allí, según informaron personas familiarizadas con el asunto.
A principios del mes pasado, Trump promocionó un acuerdo alcanzado por un enviado con el presidente venezolano Nicolás Maduro para aceptar a decenas de miles de migrantes que habían huido del gobierno venezolano debido a la crisis económica y la represión política. El acuerdo habría allanado el camino para los planes de deportación de Trump porque los venezolanos son uno de los grupos más grandes de migrantes no autorizados en Estados Unidos y Maduro se había negado durante mucho tiempo a aceptarlos.
Pese a ello las señales de dificultad surgieron casi de inmediato, mientras los aliados de Trump competían entre negociar con un gobierno autoritario que Estados Unidos considera ilegítimo o adoptar una postura más dura. Caracas aceptó a unos 360 venezolanos que regresaron en las semanas posteriores al anuncio del acuerdo, pero no se han producido vuelos desde el 20 de febrero.
Ahora el acuerdo parece estar desmoronándose después de que la administración Trump le dio a Chevron 30 días para cerrar sus operaciones en Venezuela, que el secretario de Estado Marco Rubio ha dicho que “financió vergonzosamente al gobierno ilegítimo de Maduro”. Se espera que la medida aumente la presión económica sobre Maduro y lleve a más personas a considerar huir del país.
El cambio abrupto en la estrategia de la administración Trump hacia Venezuela ha generado incertidumbre tanto en Washington como en Caracas sobre qué dirección tomará finalmente.
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