La clave del consumo está en conocer como aportan la glucosa al cuerpo y como se acumula.
ESTADOS UNIDOS.- Si eres de las personas que eliminaron de su dieta los carbohidratos por temor a engordar, o de los que los comen con culpa; hay varias cosas que debes conocer para comprender cómo el cuerpo absorbe los carbohidratos y los tipos que hay, esto permitirá una mejor toma de decisiones a la hora de comer y prevenir enfermedades.
En la actualidad hay mucha información en redes sociales que hace pensar que el consumo de ciertos alimentos causan el aumento de peso, pero el doctor Jaramillo advierte que la respuesta no es tan sencillas, porque hay que conocer los carbohidratos para ver como influye la cantidad y la manera como el cuerpo los procesa.
“No se trata únicamente de contar calorías, sino de entender cómo nuestro cuerpo procesa los carbohidratos y cómo mantener una buena masa muscular”, dijo.
Explica Jaramillo que los hay tres categorías en los que se divide los carbohidratos: fibras, almidones y azúcares simples.
- Las fibras mejoran la digestión y la velocidad a la que la glucosa es absorbida porque no se asimilan completamente, y se encuentran en vegetales de hoja verde.
- Los almidones, que son cadenas de glucosa que se descomponen y se absorben en el torrente sanguíneo, presentes en alimentos como la papa, la yuca y el plátano.
- Y por último, los azúcares simples también se asimilan rápidamente que los encontramos en, como los de la fruta o la miel.
Relación entre la masa muscular y el procesamiento de carbohidratos
Explica las células necesitan glucosa para obtener energía, “y el exceso se almacena en el hígado y los músculos en forma de glucógeno”.
Cuando comemos más de los requerimientos diarios, “el cuerpo no puede almacenar todo el exceso, lo que puede resultar en un aumento de peso”.
La capacidad de almacenamiento de glucosa y la forma en que nuestro cuerpo la utiliza está influenciada por nuestra masa muscular.
Para prevenir y combatir la obesidad, los especialistas y estudios científicos sugieren adoptar hábitos positivos en el estilo de vida, como una alimentación balanceada, con consumo controlado de carbohidratos, con buen aporte nutricional y realizar actividad física que ayude a mantener la masa muscular.