Las lluvias, consideradas las peores en una década, han generado graves inundaciones y corrimientos de tierra. Las autoridades se mantienen alerta mientras se esperan más precipitaciones y la posible llegada del tifón Khanun al sur del país.
PEKÍN, CHINA.- Las autoridades y los habitantes del norte de China se encuentran en alerta máxima debido a las lluvias y tormentas más intensas registradas en la última década en la región. Hasta el momento, se han reportado dos personas fallecidas y más de 100.000 evacuados a causa de las graves inundaciones.
Los remanentes del tifón Doksuri, que impactó en la costa de la ciudad de Jinjiang en la provincia de Fujian, se están desplazando hacia el centro y norte del país, provocando fuertes precipitaciones y situaciones de riesgo para la población. Según informa la agencia estatal de noticias Xinhua, las lluvias han generado corrimientos de tierra y desbordamiento de ríos, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
El Centro Meteorológico Nacional de China ha registrado un promedio de 157,8 mm de precipitación en la capital, Pekín, mientras que en una aldea del distrito suburbano de Fangshan se han alcanzado más de 538 mm, lo que ha provocado un corrimiento de tierras y la evacuación de más de 10.000 residentes.
En el distrito capitalino de Mentougou, con un promedio de 320 mm de precipitación, las fuertes lluvias han causado el desbordamiento de un río, resultando en la evacuación de 5.000 personas y el trágico fallecimiento de dos personas por las inundaciones.
Las áreas más afectadas en la capital son las regiones oeste, sur y urbanas, donde más de 45.000 personas han sido evacuadas. Además, se han suspendido más de 200 líneas de autobús y diversas rutas de tren en las áreas suburbanas para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
En la provincia de Hebei, las autoridades meteorológicas pronostican que las precipitaciones acumuladas podrían superar los 250 mm en algunas áreas, lo que aumenta la preocupación por posibles inundaciones y deslizamientos de tierra en ciudades como Zhangjiakou, Chengde, Tangshan, Baoding, la nueva área de Xiong’an, Langfang y Shijiazhuang.
La ciudad de Baoding ha sido una de las más afectadas por las poderosas inundaciones, con más de 54.890 personas evacuadas debido al nivel de riesgo de inundaciones alcanzado, que llegó al nivel II, el segundo más alto. Allí, un puente colapsó, provocando que dos camiones cayeran al agua y una persona desapareciera.
En medio de esta situación, un nuevo tifón, el Khanun, se acerca a Filipinas siguiendo una trayectoria similar a la del tifón Doksuri. Aunque aún no ha llegado, ya ha generado preocupación en el país, que todavía se recupera del impacto del tifón anterior, que dejó al menos 25 personas muertas y más de 300.000 damnificados.
Las autoridades en Pekín están tomando todas las medidas necesarias para proteger a la población y minimizar los daños causados por las fuertes lluvias y tormentas. Se espera que el fenómeno meteorológico continúe afectando el norte de China en los próximos días, y existe la posibilidad de que el tifón Khanun impacte en el sur del país en un futuro próximo, por lo que se mantiene la vigilancia y precaución.