EUROPA.- El fiscal principal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, que presentó este año cargos y solicitó la detención del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por crímenes de guerra, enfrenta acusaciones graves supuestamente por intentar obligar a una asistenta a que tenga relaciones sexuales con él durante más de un año y tocarla indebidamente contra su voluntad, según detalla una investigación de AP.
A principios de mayo, dos compañeros de trabajo de la víctima en cuestión denunciaron la presunta conducta inapropiada ante el Organismo de Control Independiente del tribunal (IOM, por sus siglas en inglés), pero después de entrevistar a la mujer y al cabo de cinco días la investigación se dio por concluida, sin determinar si hubo irregularidades y sin interrogar a Khan, que fue instado por el organismo de control a minimizar el contacto con la mujer para salvaguardar la integridad del tribunal.
Por su parte, la asistenta se negó a presentar una denuncia formal por desconfianza en el IOM, aunque pidió una investigación externa del caso, de acuerdo con fuentes cercanas a ella citadas por AP. La solicitud está siendo analizada, dijo un funcionario de la CPI bajo condición de anonimato. Asimismo, la IOM recalcó que está al tanto del caso y que el organismo solo actúa bajo el consentimiento de la víctima.
El fiscal de la CPI en su cuenta de X rechazó todas las acusaciones diciendo que «no son ciertas las sugerencias de mala conducta» y sostuvo que fuerzas externas están librando una campaña de desprestigio. Además, señaló que está dispuesto a dar toda la información necesaria si la IOM lo requiere. Finalmente, instó a que la denuncia «se escuche, se examine y se someta a un proceso adecuado».
Conducta sexual inapropiada
AP entrevistó a ocho funcionarios de la CPI, fuentes cercanas a la mujer y recopiló las denuncias del IOM.
De acuerdo con la investigación, Khan solicitó el traslado de la mujer desde otro departamento a su oficina con un aumento de sueldo y ella participó en casi todos los viajes oficiales, así como en reuniones con dignatarios. En una oportunidad, estando en un hotel, Khan presuntamente le pidió que durmiera con él y la «tocó sexualmente». Una madrugada fue hasta la habitación de ella y golpeó a su puerta por 10 minutos. Asimismo, se acusa al fiscal (casado y con dos hijos) de cerrar la puerta de su oficina con llave y de pedirle a la asistenta, en varias ocasiones, que viajara con él de vacaciones, entre otros comportamientos inapropiados.
«No se trató de un gesto aislado ni de una insinuación que pudiera dar lugar a una mala interpretación», dijo al medio una de las fuentes, y agregó: «Fue un patrón de conducta completo y repetido, que se llevó a cabo durante un largo período de tiempo».
Testimonios apuntan a que una vez la mujer se quejó entre lágrimas por el comportamiento de Khan y que mostraba desesperación por no poder enfrentarse a su jefe. Otros comentarios recalcan que la conducta del fiscal sorprende, ya que siempre ha actuado de forma ejemplar con las mujeres.
La asistenta, que continúa trabajando en el tribunal, se ha negado a emitir declaraciones. Por su parte, la IOM ha pedido respeto a la privacidad de los implicados y a la confidencialidad del proceso.