EEUU y México se enfrentan por la forma de operar de la OEA


La reunión que tuvo lugar en Washington expuso las diferencias entre EEUU y México respecto a las formas de gobiernos de algunos países en la región aumento la presión en ambas naciones.

Internacionales- Las declaraciones del secretario de Estado Antony Blinken ante la 53ra Asamblea General de la OEA, que se transmite de forma virtual, tuvieron lugar en momentos en que varios países del hemisferio occidental, entre ellos México, han criticado el liderazgo del secretario general de organización, Luis Almagro.

También, se ha cuestionado la falta de relevancia del organismo para resolver problemas, que van desde los desafíos que enfrenta la democracia a la falta de oportunidades económicas, inseguridad, corrupción y violaciones a los derechos humanos.

“Nosotros creemos en la OEA, tanto en su capacidad para mejorar las democracias individuales como para unirnos para resolver problemas que ninguno de nosotros puede resolver efectivamente por sí solo”, expresó Blinken ante el resto de los países que integran la organización regional creada en 1948, la más antigua del mundo.

Aunque las diferencias entre los estados miembros no son nuevas, quedaron una vez más en evidencia durante la Asamblea. Por lo general, los países envían a sus cancilleres para la reunión, pero este año varios de los países, entre ellos México, Bolivia, Colombia, Argentina y Brasil, estuvieron representados por funcionarios de menor jerarquía.

Poco antes, Blinken pidió a los países que no hagan la vista gorda y que denuncien las violaciones a los derechos humanos perpetuadas por gobiernos autoritarios; que busquen la forma para que rindan cuentas.

Enumeró una serie de hechos que deben denunciarse, entre ellos, cuando cuando los líderes elegidos democráticamente tratan de debilitar las instituciones independientes que brindan controles y contrapesos; cuando toman medidas enérgicas contra los medios de comunicación y la sociedad civil; cuando arrestan a fiscales, jueces, funcionarios electorales sólo por hacer su trabajo; cuando intentan extender los límites de mandato; cuando atacan o intentan desacreditar a las instituciones multilaterales por plantear críticas legítimas.

“Tenemos que hacer oír nuestra voz”, dijo el secretario de Estado. “No podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos que hablar”.