El jugador comunicó definitivamente ayer domingo a la cúpula azulgrana sus deseos de cambiar de aires tras recibir una oferta mejorada del club parisino. Su agente envió una carta al Barça instándole a negociar con el PSG, pues no querían pagar la cláusula de rescisión del jugador, de 50 millones de euros hasta las doce de la noche del 31 de julio.
No quieren salir mal del Barça, aunque la verdadera razón de no querer ejecutar dicha cláusula parece estar en los problemas fiscales que podría tener el futbolista.
El Barça, en un principio, había declarado intransferible a Dembélé tras haber recibido otra misiva del PSG pidiendo negociar por el jugador. El presidente, Joan Laporta, decidió que o cláusula o nada, aunque con el paso de las horas se ha visto que una negociación es la mejor solución para todas las partes.
El club azulgrana ha decidido finalmente negociar y le ha dado a Dembélé cinco días de margen para resolver la situación. Su contrato con el PSG, que ya está acordado entre su agente, Moussa Sissoko, y el club francés, y el traspaso con el Barça.
En el club azulgrana, han aceptado negociar para ingresar más dinero de los 25 millones que le correspondían si el PSG pagaba la cláusula de 50, pues la mitad eran para Dembélé y Sissoko.