¿Como fue la ceremonia de cierre del féretro del Papa Francisco?


El rito de cierre del féretro del papa Francisco ha finalizado y ha dado inicio vigilia nocturna

EL VATICANO.- Este viernes tuvo lugar el rito de cierre del ataúd del Papa Francisco, una ceremonia solemne y privada, cargada de simbolismo en la que se prepara el cuerpo del Pontífice para su sepultura.

Mons. Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, fue el encargado de redactar el Rogito, un acta oficial en el que se recuerda la vida y obras más importantes del Papa Francisco, “por las que daremos gracias a Dios”, según indica el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.

El rito de la clausura del féretro del Papa comenzó a las 20 horas en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro. Fue presidido por el cardenal Camerlengo.

Sobre el rostro de Francisco se colocó un velo de seda blanca, signo del paso a la dimensión espiritual. Esta ceremonia se denomina velatio.

Luego, se roció su cuerpo con agua bendita y se introdujeron monedas, medallas y el acta de su vida en la caja.

Mons. Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, fue el encargado de redactar el Rogito, un acta oficial en el que se recuerda la vida y obras más importantes del Papa Francisco, “por las que daremos gracias a Dios”, según indica el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.

Este documento se introdujo en un tubo de metal, sellado y lacrado para la posteridad, e introducido en el interior del féretro. Otra copia del acta pasará a formar parte del archivo de la Oficina de las Ceremonias Litúrgicas del Pontífice. 

El documento, publicado por el Vaticano tras el ritual, recorre su biografía y los momentos más relevantes de su vida desde que fue elegido sucesor de San Pedro.

Destaca en especial el don de su servicio “valiente y fiel” al Evangelio y a la Esposa de Cristo. “Su memoria permanece en el corazón de la Iglesia y de toda la humanidad”, se lee en el texto.

Se subraya además su sencillez y cercanía con la gente, algo que demostró desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013, con la elección del nombre “Francisco” y su decisión de vivir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico.

“Fue un defensor constante de los más pobres, los ancianos, los descartados y los niños”, remarca el documento. Asimismo, se destaca su labor incansable en el diálogo interreligioso y se recuerda que convocó 10 consistorios y creó 163 cardenales procedentes de 73 países.

Mención especial merece su oración solo, en una plaza de San Pedro vacía, durante la pandemia del covid. En el rogito, ya colocado junto a sus restos mortales, se señala también sus numerosos llamamientos por la paz, especialmente en países como Ucrania, Palestina, Israel, Líbano y Myanmar. 

“Francisco ha dejado a todos un admirable testimonio de humanidad, de vida santa y de paternidad universal”, concluye el acta.

El Maestro de las Celebraciones Litúrgicas leyó la escritura, que fue depositada en el ataúd al final de la celebración. A continuación, colocó su sello en la tapa de zinc que cerraba el ataúd.

Finalmente, se coloca la cobertura del féretro sobre la cual se encuentran la cruz y el escudo papal y una placa con el nombre del Papa, la duración de su vida terrena y la de su ministerio Petrino.

La celebración, que se desarrolló según las prescripciones del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, concluyó a las 21.00 horas. Durante la noche, el Capitolio de San Pedro asegurará una presencia de oración y vigilia ante el cuerpo del Pontífice, hasta los preparativos de la Santa Misa de mañana por la mañana.

Además de los indicados en la Notificación de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas, también participaron en el rito algunos familiares del Papa difunto.

El Papa argentino, primer latinoamericano en dirigir la Iglesia católica, será enterrado el sábado en la basílica de Santa María la Mayor, una de sus iglesias favoritas en Roma y donde pidió que sus restos fueran llevados .