COLOMBIA.- Colombia enviará una nota diplomática a sus pares en Venezuela «pidiendo información concreta que confirme o no» la muerte del jefe guerrillero Iván Márquez, aseguró el miércoles a medios el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo.
Desde el martes, medios colombianos se refirieron a rumores que mencionan la muerte del exjefe de la extinta guerrilla de las FARC.
«No sabemos dónde se encuentra», dijo Márquez, Murillo el miércoles. «Esperamos que eso no afecte los acercamientos para diálogos con la Segunda Marquetalia», agregó.
La Segunda Marquetalia fue fundada en 2019 por miembros de las FARC que retomaron las armas luego de la firma del histórico acuerdo de paz de 2016. Los rebeldes están hoy iniciando nuevas conversaciones de paz con el gobierno.
«Hemos indagado por varias vías, pero hasta ahora no tenemos una confirmación. Tampoco negación», aseguró el martes a medios el comisionado de paz del gobierno, Otty Patiño, luego de ser consultado por las especulaciones.
«La única información (que tenemos) es que pudo haber muerto a raíz de una cirugía. Pero no más», agregó sin más detalles el máximo consejero del mandatario izquierdista, Gustavo Petro, en asuntos de política de paz.
En julio de 2023, medios locales ya habían especulado sobre la muerte de Márquez luego de que sufriera un atentado en Venezuela en 2022.
El gobierno desmintió esas versiones y en marzo de 2023 la policía anunció que se encontraba en Colombia.
En mayo de este año, Márquez reapareció en un video de 16 minutos expresando su apoyo a propuestas del gobierno de Petro.
El jefe guerrillero participó en La Habana de las conversaciones previas al tratado de 2016 que desmovilizó al grueso de las FARC.
Por un corto periodo volvió a la vida civil y fue elegido senador, hasta que en agosto de 2019 hizo público su regreso a la clandestinidad.
El regreso de Márquez a las armas significó uno de los golpes más fuertes al proceso de paz que reintegró a la vida civil a miles de rebeldes de la que fue la mayor guerrilla de América.
Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, intenta desactivar el conflicto armado de seis décadas dialogando con las guerrillas y algunas poderosas pandillas.
Pero el proceso ha tenido reveses como el rompimiento de diálogos con el ELN o el abandono de las mesas de una importante facción del Estado Mayor Central (EMC), otro grupo disidente de las FARC bajo el mando de Iván Mordisco.
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