Bullicio y soledad


Por Julio Rodríguez / Periodista

EL SALVADOR.- En el restaurante habían tantas pláticas entre familias y amigos, que el bullicio era ensordecedor.

De algunas mesas no solo humeaba el café, sino que el silencio de los comensales que lo hacían sin nadie que les acompañara, era evidente cómo una señal de humo pidiendo auxilio o quizá era un signo de paz.

Cada quien sabe sus penas, luchas, liberaciones, preocupaciones y hasta alegrías las que disfruta solo.

Entonces me encontré esta frase de Charles Bukowski “A veces uno sabe que se va a estrellar, y acelera”.

Nunca estamos solos, se trata de hablar con uno mismo y saber que algo tienes que decirte o aceptar, solo tu y ese yo que, a veces te acusa y otras te anima.

Aprender a vivir con lo que tenemos o construimos es la madre de las lecciones de la vida. Solo es cuestión de fe y actitud. La gente cambia, pero también las circunstancias.