El Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló la sentencia de ‘Roe vs. Wade’, el cual fue un caso histórico para los derechos de las mujeres.
ESTADOS UNIDOS. – El actual presidente y aspirante a la reelección de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró, a través de un tweet que el partido Republicano en complicidad con el expresidente Donald Trump, fueron los responsables de que se anulara el Caso de Rode vs Wade. Esto luego de que Trump publicara un mensaje en su cuenta de Twitter.
El exmandatario de Estados Unidos, hizo alusión acerca de la importancia de la anulación de la ley, ya que representaba un avance significativo para el aborto. Sin embargo, en el 2022, el Tribunal Supremo de Estados Unidos, anuló la sentencia que daba una vía libre a ese tema. Trump aclaró que cualquier vida es importante, o por lo menos esa era la idea original del tweet.
Bajo este contexto, el actual presidente del país americano respondió: “Eso (el mensaje de Trump) es tan claro como parece. Donald Trump y los republicanos de MAGA son responsables de matar Roe v. Wade. Y si votas por ellos, llegarán aún más lejos”.
La noticia ha generado diversas reacciones y ha sido retomado por varios medios del país americano. En redes sociales se encuentran a quienes apoyan a Trump, y otros que piensan que el actual mandatario Biden, tiene razón. Esta nueva controversia se da, cuando Estados Unidos está a punto de enfrentar un nuevo proceso electoral.
CASO RODE VS WADE: UNA SENTENCIA HISTORICA
En abril de 1970, Jane Hodgson cogió el teléfono, llamó al departamento de policía local y pidió que la detuvieran.
Ese mismo día, la médica de Minnesota (Estados Unidos) había practicado un aborto a una mujer de 24 años, madre de tres hijos, que había contraído la rubéola, una enfermedad asociada al aborto espontáneo, a la muerte de los niños y a graves problemas de salud para los bebés que sobrevivían al embarazo. Como en muchos otros estados, la ley de Minnesota sólo permitía los “abortos terapéuticos”, procedimientos que ponían fin al embarazo sólo si la vida de la madre estaba amenazada.
Hodgson había visto a pacientes pedir abortos ilegales y sufrir, incluso morir, cuando lo obtenían de otros proveedores no cualificados. En una declaración jurada ante el gran jurado que la acusó, escribió que “tenía que elegir entre seguir la ley vigente o cumplir su obligación con su paciente, su profesión y su sociedad”.
En 1969, Norma McCorvey, de 21 años, se quedó embarazada. Era su tercer embarazo; debido a las dificultades económicas y al abuso de sustancias, no tuvo ningún hijo. Esta vez, quería abortar. Pero aunque algunos estados habían empezado a liberizar ligeramente sus leyes sobre el aborto, McCorvey vivía en Texas, que prohibía los abortos a menos que la vida de la madre estuviera en juego.
A diferencia de las mujeres más ricas y con más recursos, McCorvey no podía permitirse salir del estado u obtener un aborto secreto de un médico de confianza. Pero había oído hablar de un par de abogados que querían presentar un caso de prueba con una posible demandante como ella, alguien cuya edad y clase social ilustraran la injusticia de las leyes sobre el aborto.
McCorvey aceptó participar en una demanda presentada por las abogadas Sarah Weddington y Linda Coffee. El caso se presentó con el seudónimo de Jane Roe, un término comúnmente utilizado en las demandas cuando una mujer desea ocultar su identidad. Su equipo jurídico demandó a Henry Wade, fiscal del condado en el que vivía “Jane Roe”, argumentando que la ley de Texas violaba el derecho constitucional de las mujeres a la intimidad, es decir, su libertad de vivir sin una indebida intromisión gubernamental en su vida personal.
Un panel de tres jueces del Tribunal de Distrito de EE.UU. estuvo de acuerdo, declarando la ley de Texas inconstitucional. Pero el tribunal se negó a ordenar a Texas que dejara de aplicar la antigua ley, y Wade se negó a dejar de perseguir a los médicos.
APARICIÓN DE MARY “DOE”
Mientras tanto, el caso Doe contra Bolton, otro caso de prueba, se abrió camino en los tribunales. Cuando Sandra Bensing, de 22 años y residente en Georgia, se quedó embarazada de su cuarto hijo en 1970, decidió que quería abortar.
En aquella época, Georgia prohibía el aborto excepto en casos de peligro para la vida de la madre o la posibilidad de una lesión incapacitante; casos de violación; o casos en los que era probable que el feto naciera con una anomalía anatómica grave o una discapacidad mental. Cada una de las posibles salvedades iba acompañada de una carga de la prueba casi insuperable: una mujer que hubiera sido violada tenía que documentarlo, por ejemplo, y la familia o los amigos podían acudir a los tribunales para prohibirle el procedimiento.
Cuando un hospital se negó a proporcionar a Bensing un aborto terapéutico, los abogados de la Sociedad de Ayuda Legal y la Unión Americana de Libertades Civiles la reclutaron para un caso de prueba y demandaron al fiscal general de Georgia, Arthur Bolton.
En 1973, ambos casos (y el futuro del acceso al aborto en Estados Unidos) estaban en manos del Tribunal Supremo.
Weddington defendió el caso Roe contra Wade ante el Tribunal Supremo en 1971 y 1972. Tenía sólo 26 años en el momento del argumento oral inicial; el caso era el primero que llevaba a juicio. En su comparecencia ante los jueces (todos ellos hombres) argumentó que el aborto era una decisión individual y que, cuando estados como Texas lo prohibían, los tribunales eran el único recurso de las mujeres.
Calificando el aborto de “decisión importante” en la vida personal de las mujeres, señaló el peligro del embarazo y el parto. “Un embarazo para una mujer es quizás uno de los aspectos más determinantes de su vida”, dijo Weddington en sus argumentos . “Altera su cuerpo. Altera su educación. Altera su empleo. Y a menudo perturba toda su vida familiar”.
El Tribunal Supremo estableció el veredicto de Roe contra Wade y Doe contra Bolton el mismo día. El 22 de enero de 1973, determinó en el caso Roe que la decisión de una mujer de interrumpir su embarazo entra dentro de su derecho constitucional a la intimidad.