Alcaldes y concejos municipales querían reemplazar la renta por la tasa municipal


Por Oscar Martínez Peñate, politólogo.

EL SALVADOR.- El presidente Nayib Bukele dio ultimátum el martes 18 de marzo, para que todos los alcaldes con sus respectivos concejos municipales reviertan todas las ordenanzas, tasas, gravámenes municipales que emitieron con el objetivo de obligar a la ciudadanía trabajadora y emprendedora a que dé más dinero para engordar las arcas municipales para aumentarse los salarios, viáticos, gasolina, teléfonos celulares de última gama, viajes al extranjero, gastos de representación, etc.

Situación, que dio como resultado el cierre de negocios y empresas, asimismo, desestimularon o mejor dicho, impidieron el nacimiento de negocios o emprendedurismo en sus respectivos distritos municipales. La conducta de los malos alcaldes y de sus concejos municipales es tipificada como delictiva, porque reemplazaron a las maras o pandillas y comenzaron a extorsionar a la población exigiéndole dinero, los pandilleros le llamaban “renta” y los alcaldes le llaman tasas municipales.

La nueva “renta” municipal está exactamente en dirección opuesta a todas las políticas públicas, gobernanzas, modificación de leyes y creación de nueva normativa que ha propuesto Nayib Bukele, que van dirigidas a promover e incentivar el crecimiento económico, con la creación de nuevos negocios en los diferentes rublos económicos nacionales, por ejemplo, el comercio, servicios, turismo, industria, construcción.

El presidente salvadoreño está trabajando arduamente en crear las condiciones favorables para lograr un dinamismo económico que conduzca a la prosperidad del país, que se traducirá en la disminución de la pobreza y del desempleo, de igual manera, un aumento en la recolección tributaria; en términos macros se logrará un crecimiento del Producto Interno Bruto en más de un tres por ciento, se proyecta un El Salvador que se dirige del subdesarrollo hacia una economía emergente en vía de desarrollo.

Queda expuesto en el ámbito nacional e internacional que el gobierno cuscatleco dirigido por Bukele, que lo más importante y primordial son sus ciudadanos honestos y trabajadores, y que serán defendidos incluso hasta de los malos alcaldes y concejeros municipales del partido Nuevas Ideas, ahora no existe políticos ni ciudadanos VIP, de primera categoría, no hay impunidad para nadie. La democracia y respeto a los derechos humanos llegó a El Salvador para quedarse.