Al menos tres civiles murieron esta madrugada y otros 33 resultaron heridos en una nueva oleada masiva de misiles en la que el Ejército ruso empleó más de cincuenta proyectiles de distintos tipos contra cuatro óblasts del noreste, el sureste, el centro y el oeste de Ucrania.
La Fuerza Aérea ucraniana, informó que de los 51 misiles y 8 drones kamikaze iraníes Shahed lanzados por Rusia en esta ronda de ataques, las defensas aéreas ucranianas sólo han podido derribar los ocho drones y 18 misiles, un porcentaje mucho más bajo que el habitual.
Rusia ha utilizado, entre otros tipos de armamento, misiles supersónicos Kinzhal, los más difíciles de interceptar de todos los que tiene en su arsenal.