El principal cuerpo del país asiático para recolectar y distribuir sangre a diario a cientos de pacientes se encuentra prácticamente seco, constató a EFE el director de la institución médica, el doctor Mohammad Nasir Sadiq.
“Tenemos más de 1.200 pacientes registrados, en su mayoría niños con enfermedades de la sangre como la talasemia y la hemofilia, y todos ellos necesitan sangre fresca, lo que en nuestra actual situación es un desafío”, lamentó.