Pedro Sánchez respaldó las movilizaciones ciudadanas y presentó a España como ejemplo en la defensa de los derechos humanos.
ESPAÑA.- Las multitudinarias manifestaciones propalestinas en rechazo a la ofensiva israelí en Gaza desbordaron este domingo las calles de Madrid y forzaron la suspensión de la última etapa de la Vuelta Ciclista a España, que tenía previsto finalizar en la plaza de Cibeles.
Los disturbios se produjeron cuando grupos de manifestantes rompieron los cordones policiales y cortaron el paso a los ciclistas a falta de 56 kilómetros de la meta. La Policía Nacional desplegó 1,100 agentes, apoyados por 400 efectivos de la Guardia Civil, en un operativo sin precedentes desde la cumbre de la OTAN de 2022. Sin embargo, la magnitud de la protesta superó las medidas de seguridad.

Tras la cancelación de la competición, cientos de personas ondeando banderas palestinas avanzaron por la Gran Vía al grito de “Palestina libre”, enfrentándose a cordones policiales antidisturbios. La movilización fue impulsada por distintos colectivos y recibió respaldo de partidos como Sumar, IU y Podemos, que habían llamado a boicotear la etapa final debido a la participación del equipo Israel-Premier Tech.
En paralelo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió en un acto en Málaga el espíritu de las movilizaciones ciudadanas. “España es un ejemplo y un orgullo ante la comunidad internacional por dar un paso al frente en la defensa de los derechos humanos”, afirmó, mostrando su “admiración al pueblo español que se moviliza por causas justas como la de Palestina”.
Sánchez, acompañado de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y varios ministros, criticó además a la oposición por “no decir nada” frente a la “barbarie en Gaza” y limitarse a “insultar”.
CON INFORMACIÓN DE EFE