EL SALVADOR.- El director ejecutivo de Iniciativa Social para la Democracia (ISD), Ramón Villalta, afirmó que los recién electos magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) tiene al menos tres «grandes» retos por cumplir de cara a las elecciones de alcaldes y diputados en 2027 y la de presidente en 2029.
Villalta sostuvo en la entrevista Las Cosas Como Son, que el reto «más importante», es que, el TSE «necesita profesionalizarse», administrativa y jurisdiccionalmente, «este es un tema clave para el desarrollo del Tribunal», afirmó el director de ISD.
En concreto, para Villalta, se debe «fortalecer» la base legal e institucional en materia de la jurisdiccionalidad, debido a que no está desarrollada en el Código Electoral.
En ese sentido, el porcentaje de funciones y obligaciones jurisdiccionales «son muy bajas» comparadas con las funciones y obligaciones administrativas, es decir, «la base legal no tiene desarrollada todas las atribuciones y funciones que el TSE debería de cumplir en materia jurisdiccional», explicó.
«Aquí en El Salvador alguien se siente agraviado por la actuación misma del TSE, la persona tiene que recurrir ante el mismo ente del cual se siente agraviado. No existe una primera instancia en la que pueda resolver y luego pasar a una segunda instancia… no se puede apelar», acotó.
En conclusión, «el TSE no está preparado para desempeñar el trabajo jurisdiccional», remarcó.
Otro de los reto, es que el TSE debe «desarrollar la base fiscalizadora» para darle siguiente a los partidos políticos desde el momento en que reciben dinero para el proceso de elecciones.
«Aquí, eso es sumamente débil, no existen mecanismos de cruce de información, de quién está entregando dinero a los partidos políticos, o para poder determinar si ese dinero no es de origen ilícito, utilizando presta nombres, etc.», afirmó Villalta. «Este es un tema clave en el marco de la profesionalización que debería de garantizarse», añadió.
Y el tercer reto, son los temas de auditoria, que son «fundamentales», dijo el director de ISD. «El TSE tiene que buscar la manera de que las garantías electorales existentes se respeten, además de crear otras si son necesarias en la medida que se introducen nuevos procedimientos tecnológicos», concluyó Villalta.